15 de mayo de 2024

Adiós, Abreu

Manuel Zepeda Ramos / GMx

José Antonio Abreu nació en 1939, en Valera, Venezuela, un 7 de Mayo.
Desde edad temprana estudió música y se formó bien. Pero también estudió economía y fue un buen profesional. Dio clases en universidades de Caracas. Luego incursionó en la política y fue legislador.
El conocimiento de la economía le sirvió para desarrollar su proyecto de vida: la creación de un sistema para la enseñanza de la música en regiones pobres de Venezuela.
Ese proyecto lo empezó hace más de 40 años, con apoyos privados a base de donativos.
El principio filosófico del maestro Abreu es lógico: si un niño aprende a conocer un instrumento musical a edad temprana -quizá apelando a su propia experiencia-, cambia radicalmente. Su auto estima se desarrolla en torno a la seguridad de saberse conocedor del desarrollo de un instrumento musical. Y si eso pasa, el niño adquiere fortaleza para enfrentar las malas compañías, la prostitución, el robo; pero además desarrolla con esa habilidad la gran posibilidad de convivir alrededor de una comunidad musical, con niños y jóvenes como él, para realizar un esfuerzo colectivo que consolida la interrelación con miembros de una nueva comunidad.
Así empezó, organizando la primera orquesta para la que consiguió 50 atriles en donación para 100 integrantes. Se presentaron nada más 11. Allí mismo les dijo: “organizo una comunidad de orquestas y coros infantiles y juveniles de cientos de miles o me voy en este momento para mi casa”.
40 años después de este arranque incierto, el resultado ha sido impresionante:
Hay cientos de miles -cercanos al millón-, de músicos infantiles y juveniles en potencia. Hay cientos de orquestas, coros y bandas de música en las 24 provincias de Venezuela y el mundo de la música está impresionado por esta vuelta a la vida de la música clásica.
Seguramente muchos de los alumnos del maestro Abreu no se habrán dedicado a la música de manera profesional. Pero el simple hecho de aprender a dominar un instrumento les dio valores de seguridad y fortaleza para sentirse útiles en la vida y así poder iniciar una carrera profesional con la que pueda contar para formar una familia en donde sus hijos tengan una mejor manera de ver el mundo.
A la fecha, los músicos profesionales venezolanos ya son un acontecimiento planetario que crece día con día.
En Xalapa he tenido la posibilidad de ver a jóvenes músicos venezolanos impresionantes, en particular un contrabajista, Edison Ruiz, que hoy es músico principal de fila de contrabajos de la Filarmónica de Berlín. Se inició en la escuelita de música de su barrio, en Caracas, en donde es un héroe y sus vecinos se sientes orgullosos de él.
La mejor Sinfónica de México, la Filarmónica de Guadalajara, cuenta entre sus filas a varios músicos jóvenes venezolanos que han llegado para reforzar, grandemente, a la de por sí ya muy buena calidad de la orquesta.
Gustavo Dudamel, actual director de la Sinfónica de Los Ángeles y también Director Principal de la orquesta Simón Bolívar de Caracas, es considerado ya como uno de los mejores directores del Mundo. Dudamel, hijo de un obrero de Barquisimeto, Venezuela, tuvo su primer contacto con la música en los primeros años de su vida, a partir de unos discos de Javier Solís del que su papá era muy aficionado. Hace poco menos de un mes, Gustavo Dudamel estuvo en la Ciudad de México como director huésped de la Filarmónica de Viena. Fue un acontecimiento.
La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Caracas es ya considerada como una de las cinco mejores orquestas del mundo. Son músicos jóvenes, casi niños, casi 200 músicos que han enloquecido a los públicos de Estados Unidos, Canadá y Europa. Los reciben como lo que son: Auténticas celebridades de la música clásica que hacen sonar a la música clásica como ya no sucedía.
Sir Simón Rattle, actual director de la Filarmónica de Berlín, ha dicho que la música desarrollada por José Antonio Abreu ha provocado un renacimiento en la música clásica. Lamento, dice este afamado músico Inglés, que Mahler no pueda estar hoy en la Tierra para que oyera como sonarían sus sinfonías con la orquesta Simón Bolívar.
Placido Domingo, uno de los tenores más importantes del Planeta; Claudio Abado -ex director de la Filarmónica de Berlín-, Mark Churchil, director del conservatorio New England, entre muchos otros, han sucumbido ante la música clásica que hoy se toca en Venezuela. Todos coinciden en que los músicos de Venezuela, muchos de ellos niños cuyos pies no tocan el suelo al estar sentados interpretando sus instrumentos, han logrado que vuelva a creerse en la música clásica.
Todo este boom impresionante en torno a la música clásica, lo inició el Maestro José Antonio Abreu hace más de 40 años, cuando 11 músicos en Caracas acudieron a su llamado. Suficientes para iniciar con sus propios recursos el movimiento musical más importante del siglo XXI.
Cómo desearía que en la Frontera Sur se pudiera iniciar un movimiento de esta envergadura. El enorme talento de los chiapanecos y de los habitantes de la frontera sur seria fuerza suficiente para darle a nuestros paisanos seguridad y fortaleza de lo que son para iniciar otras tareas en torno al desarrollo, o bien para convertirse en músicos profesionales para enriquecer al mundo con su talento.
Pocas horas antes de que el domingo de ramos llegara, José Antonio Abreu nos dejó a los 79 años.
El mundo de la música está consternado.
Estoy seguro que José Antonio Abreu vivirá eternamente.
Sus hijos de la música que se cuentan por cientos de miles, la mayoría músicos niños, hoy le lloran.
Seguramente la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar habrá de tocarle todos los requiem que los grandes músicos de la historia -Mozart, Verdi, Fauré, Rossini-, han compuesto para honrar a los grandes hombres.
José Antonio Abreu lo es.

Descanse en paz.

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