El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Miguel Messmacher, aseguró que no existen fundamentos para que gasolineros aumenten de forma abrupta los precios del combustible en este inicio de año.
En entrevista con Carlos Loret de Mola, en Radio Fórmula, el funcionario federal recordó que, con la flexibilización de los precios, corresponde ahora al mercado su determinación y no a una imposición de la autoridad. En ese sentido, Messmacher lamentó especulaciones de algunos sectores del gremio e incluso diputados perredistas, que estimaron que al término de este 2018 el litro de gasolina podría alcanzar los 23 pesos.
«No hay condiciones para un aumento de golpe, obviamente lo que termine pasando dependerá del tipo de cambio y el precio del petróleo, pero no se puede anticipar un aumento. Tipicamente lo que estaremos viendo son movimientos de unos centavos, unos cuantos para arriba y otros para abajo».
El subsecretario dijo que en estos momentos existen dos factores principales a considerar en el balance del precio de los combustibles: el alza en el precio del petróleo por las protestas en Irán y la apreciación del peso frente al dólar, que pese a que se encuentra en niveles más favorables respecto al año pasado, en semanas recientes volvió a superar el umbral de los 20 pesos por unidad.
Pese a que los precios ahora se rigen por el mercado, Messmacher recordó que entidades como la CRE, la Cofece y la propia SHCP, aún poseen facultades para intervenir en la suavización de posibles incrementos con inyección de divisas o medidas extraordinarias.
Este miércoles, en algunas estaciones del centro de la Ciudad de México el litro de Magna se vende en 16.61 pesos y la premium en 18.53. Dichos precios representan un aumento de hasta 30 centavos respecto a los precios fijados todavía por la CRE en enero del año pasado, cuando el proceso de flexibilización apenas iniciaba en algunas zonas del país.
vía SDPnoticias
