Manuel Zepeda Ramos
Hablando desde Mérida en su arranque de campaña el domingo vi, como nunca, a un José Antonio Meade lúcido y sólido, dueño de la escena. Lo vi contento y lleno de energía. Lo vi comprometiéndose con el futuro nacional, con sus habitantes.
En un discurso sencillo pero lleno de riqueza, habló de muchos temas que interesan al pueblo mexicano.
De la cultura, por ejemplo, único candidato a la presidencia que lo ha hecho, fue contundente y significativo: Le daré un impulso sin precedente al arte y a la cultura. Hoy, son nuestra mejor carta de presentación. Serán parte de nuestra vida cotidiana y social. Este párrafo quiere decir que la memoria nacional deberá ser asunto de la vida diaria y eso significa que la práctica de la música, la danza, el teatro el arte y la literatura, al lado de la ciencia que también es cultura, serán asuntos importantes de su gobierno, que verá al mundo desde Mexico. Despierta esperanzas en la Frontera Sur para que el arte, la ciencia y la cultura, sean aliados en la lucha por su integración al desarrollo de Mexico. Y si eso es así, habremos de ver muy pronto resultados.
La educación, la palanca del desarrollo que alguna vez vieron naciones como la India y Corea del Sur, es también vista por José Antonio Meade como asunto de la mayor prioridad. De allí que haya propuesto educación de excelencia para nuestros hijos. Se comprometió a pasar de 25 mil a 100 mil en su gobierno a las escuelas de tiempo completo, en donde habrá comedor y los muchachos hagan deporte. 4 veces más que la cifra actual. A los maestros que han hecho de la buena enseñanza su vocación, serán reconocidos con un aumento real y significativo en su salario base. Por eso le pregunta a todos los asistentes que allí representaban en el arranque al pueblo nacional: estamos listos para hacer de la educación de excelencia, la gran fuerza de Mexico? Creo que hoy en Mérida -digo yo-, llegó ese momento, el de iniciar la formación real de los niños y jóvenes de Mexico. También se comprometió a la cobertura universal de preparatoria, así como garantizó un lugar a todo el que quiera acceder a la educación superior: daré el mayor número de becas para estudiar en el extranjero. Voy a dar, dijo, todo el apoyo para que los jóvenes puedan estudiar y trabajar con el modelo dual, así podrán desarrollar su talento y construir la vida que quieran.
En este su discurso de arranque en busca de la presidencia de la República, discurso que considero de especial importancia, parteaguas desde que asumió la pre candidatura como candidato independiente, José Antonio Meade asumió siete grandes compromisos con la Nación, que iré analizando y comentándolo con ustedes en subsecuentes escritos.
Hoy vi a un mexicano honrado, comprometiéndose con su país con la mayor seriedad que pueda imaginarse. Solo alguien que propone eliminar el fuero, empezando por el suyo, se le puede creer. Ser honesto, dice Meade, a prueba de todo, es el primer paso para eliminar la corrupción. Yo lo soy. Nunca he vivido por arriba de mis ingresos. Frente a la nación, me comprometo: encabezaré un gobierno de gente decente, como lo somos la enorme mayoría de los mexicanos, un gobierno en el que el único privilegio sea ser mexicano. Terminó diciendo: creo en Mexico, en nuestra capacidad de ser potencia, en un país que cuide su ambiente entero, en la diversidad, creo en la pluralidad, en escuchar, creo que somos capaces de trabajar juntos, creo en las familias, en los sueños, creo en ir hacia adelante, hacia un futuro en paz, en prosperidad y en unión. Creo que cada mexicano es capaz de alcanzar sus sueños con un gobierno responsable, que lo proteja, lo acompañe y lo apoye.
José Antonio Meade habló con las entrañas en la mano, a un pueblo que quiere y respeta.
Yo le creo, porque yo lo respeto.
Un gran arranque de campaña en la búsqueda del triunfo.
