A Alejandro Moreno Cárdenas “le interesa ser dueño del partido político con súbditos a su alrededor”, aseguró Manlio Fabio Beltrones, quien aclaró que el líder nacional del PRI no le puede quitar sus derechos políticos y acudirá a las autoridades para hacerlos valer, luego del anuncio de su expulsión del próximo grupo parlamentario priista en el Senado.
Decididos a arropar a su compañero Beltrones Rivera, Dulce María Sauri, Pero Joaquín Coldwell y Enrique Ocho Reza, expresidentes nacionales del PRI, aseguraron que Alejandro Moreno cometió una “infamia” al impedir que Manlio Fabio Beltrones forme parte de la nueva bancada en el Senado.
“Es parte de una serie de decisiones viscerales, autoritarias, agresivas. Una tiranía interna es lo que se está construyendo en el PRI y esperamos que el INE y el Tribunal electoral salgan ya de su pasividad y tomen las decisiones que les hemos presentado en nuestras impugnaciones.
“Que procedan a resolver para que el PRI pueda regresar a su legalidad estatutaria y a una conducción política sensata. Sí, se tiene que ir, porque ya se tiene que ir. El día que le entreguen la constancia de mayoría a la Presidenta electa al otro día se tiene que ir”, aseguró Joaquín.
Consideró que la decisión en contra de Manlio Beltrones es “una infamia”.
“Agredir de esa manera a un priista y a un legislador de la trayectoria de Manlio no puede ser calificado de otra manera que una infamia, es el legislador mejor preparado, más experimentado”, destacó.
Dulce María Sauri aseguró que está indignada por la decisión asumida por Moreno Cárdenas en contra de Beltrones Rivera.
“Son pocos, muy pocos, los priistas que ganaron su lugar en tierra, como lo hizo Manlio Fabio Beltrones. Como expresidente del Comité Ejecutivo Nacional; como artífice de la reforma de Estado de 2007, que se logró con el apoyo de todos los partidos, incluido el entonces agraviado PRD, Manlio Fabio Beltrones resulta una compañía incómoda para quien se ha caracterizado por borrar a cualquiera que represente una amenaza a su afán de control y a la incondicionalidad que exige de sus compañeros y compañeras, a quienes ve más como subordinados que como pares.
Enrique Ochoa Reza consideró que esta decisión de excluir a Manlio “es una muestra más de que Alejandro Moreno no tiene argumentos, ni inteligencia emocional para el debate plural de ideas en una democracia”.
Interrogados sobre las acciones que emprenderán en caso de que Moreno también los expulse a ellos, coincidieron, en entrevistas por separado, que acudirán a las instituciones de justicia, porque criticar la reelección de Alejandro Moreno de ninguna manera es un acto de traición al PRI.
Los expresidentes nacionales del PRI coincidieron en que a pesar de la amenaza de expulsión no cederán en su lucha por lograr que el partido retome el camino de la legalidad.
Por eso, insistieron en la necesidad de que las autoridades electorales, tanto el INE como el TEPJF dejen su pasividad y atiendan las quejas que se han presentado contra todos los actos ilegales que condujeron a la reelección de Moreno.
“El PRI no puede terminar su vida histórica de esta manera. Me estoy enterando por el comunicado (proceso de expulsión del partido). No entiendo por qué me va a sancionar mi partido, después de una campaña, manteniendo la bandera del partido y diciendo a la población que estamos dispuestos a cambiar y saber que se violan los estatutos al decir que se toman decisiones ilegales. Hay una cortina de humo, porque no quiere que se discuta sobre su ilegal estancia.
“Le interesa ser dueño del partido político con súbditos a su alrededor. No es posible hacer política con alguien tan autoritario. No me puede quitar, porque tengo a salvo mis derechos políticos y electorales. Iré a los tribunales a defender mi punto de vista”, aseguró Manlio Fabio Beltrones.
En redes sociales afirmó que “ahora resulta que disentir, según Alito, es ilegal, ahora resulta que no estar de acuerdo con Alito es atentar, según ellos, contra la unidad del partido”.
Afirmó que el PRI de Alito se ve marrullero y mezquino con los suyos, así como pequeño ante la sociedad.
“Tan ilegal la Asamblea como ilegal cualquier represión partidaria instaurada en mi contra o de alguien más. Más aspirante a tirano y dictador no podría ser. Mis derechos político-electorales no pueden vulnerarse por capricho de quien está incómodo con mis opiniones, los haré valer en su oportunidad”, dijo.
“Esperamos la conclusión que el Tribunal haga sobre la legalidad ante este asalto que se cometió y que perjudica a nuestro Partido”, subrayó.
El PRI no le pertenece a nadie por mucho que sea la ambición para apoderarse de un partido, reflexionó.
Con información de Daniel Sánchez