15 de octubre de 2024

¡Y qué más da!: La Feria

SR. LÓPEZ

Hace como siete años le comentó este menda el pavoroso caso de tía Beatriz (tía abuela, hermana de la abuela Virgen, ¡esa!, la de los siete embarazos), casada con tío Ricardo, tipo antipático y majadero, que se bañaba una vez al mes -le hiciera o no falta-, de manos pegajosas y uñas sombreadas de mugre, que se rasuraba muy rara vez y tenía la dentadura percudida, con aliento de albañal que hacia juego con las barbaridades que decía a su sufrida consorte que aparte de llorar y aguantarle todas, lo mantenía, porque nunca (pero nunca), se le conoció oficio ni beneficio. Su presencia estaba vetada en casa de don Armando, el abuelo, que no se andaba  con chiquitas. Una tarde de sobremesa, en ausencia de la tía mártir, salió el tema y las señoras presentes no coincidían en si tenía que abandonarlo o asesinarlo (propuesta más votada), y de repente el abuelo las interrumpió: -Ni lo va a dejar ni lo va a matar, así lo quiere –y sí, habían de ver cómo lloró su muerte.

A este menda los tenochcas estándar promedio, a veces le recuerdan a la tía Beatriz: todo le aguantamos al gobierno y nada que hagan los políticos nos saca de esta actitud de abuelita del cine nacional que sufre y llora bonito.

Pueden los señores morenistas estar gritándose a los cuatro vientos sus verdades, ventilando sus pleitos y su íntima corrupción, sin el menor pendiente de qué diremos los del peladaje, con la seguridad de que la popularidad de su líder se mantendrá maciza y que no habrá consecuencias electorales, ni de ningún otro tipo pues las marchas y manifestaciones de protesta son parte del paisaje y le tocan a todos los gobernantes, del color que sean… y tampoco pasa nada.

Pueden los organismos internacionales poner el grito en el Cielo por la situación de los derechos humanos y el peligrosísimo ejercicio del periodismo en México, en tiempos de la 4T; advertir en todos los tonos sobre las consecuencias de la política económica modelo Palacio, que no respeta leyes ni tratados comerciales; apercibir sobre las secuelas que tendrá el abandono gubernamental en que está la economía nacional en plena pandemia; puede seguir la increíble sangría de dinero por la arbitraria cancelación de proyectos públicos y privados, por el reparto a discreción de becas y pensiones, por la necedad de realizar proyectos de dudosa productividad, por la inyección de recursos del erario a Pemex… y los temas que seguirán siendo los más leídos en la prensa serán, las aglomeraciones en las playas de Acapulco, el empate Chivas-Santos y la dieta del apio (buenísima, se la recomiendo).

Por supuesto aparecen en las portadas de la prensa nacional los escándalos del día, cosas verdaderamente serias… y no pasa nada, acá nada nos saca de quicio,  cosas infinitamente menores en otros países hacen tambalear gobernantes y gobiernos y acá nosotros como la tía Beatriz, quejándonos pero aguantando, que parece ser la especialidad nacional: antes nos quejábamos de más de 70 años de PRI, luego cuando llegó el PAN nos quejamos de ellos y algunos decían: ‘con los priistas esto no pasaba’; tocó turno al neoPRI peñanietista y dijeron, ‘pues sí, sí pasa’; ahora está Morena y hay un ataque de nostalgia rara: ¡Ah, qué tiempos aquellos!… ¿cuáles, los del viejo PRI, los del PAN, los del PRI de Salinas o el de  Peña? Y mucha protesta mucha protesta, pero no hay muchedumbres dispuestas a hacer de carne humana la estatua de Robespierre; lo nuestro es ser doña Angustias, pero de dientes para afuera, en el fondo, en esta la tierra de la pasiflora, la verdad, aguantamos todo.

Piensa usted que el del teclado exagera… ¿sí?… ¿de veras?… bueno, abróchese el cinturón:

El 8 de diciembre pasado, el gobierno federal anunció el ‘Plan de México para vacunación contra Covid19’; según eso, en diciembre de 2020 y enero de 2021, se vacunaría a todo el personal de salud; febrero y marzo, los de 60 años y más; abril y mayo, lo que tienen de 50 a 59 años; mayo y junio, lo de 40 a 49 años; de junio de este año en adelante, personas menores de 40, a concluir en marzo de 2022.

El gobierno ha repetido que se va a vacunar a toda la población. Bueno, somos 126 millones, pero pensemos que a los niños menores de 10 años, no. Entonces hablamos de un total de más o menos 110 millones a inyectar.

A esta fecha ya debieran estar vacunados todos los de salud y todos los viejos (no es grosería). Bueno, el 22 de marzo pasado, el eficientísimo doctor López-Gatell, informó que se está haciendo el censo del personal de salud… ni sabían cuántos iban a vacunar. Respecto de los viejos por el Inegi sabemos que son 14 millones 460 mil 754 personas.

Al día de ayer se ha aplicado la vacunación completa a más o menos un millón de personas y a otros 8 millones ya les pusieron la primera dosis.

Es un retraso de una parte del sector salud (no se sabe cuántos son), y casi 13 millones y medio de viejos (con tal vez cerca de la mitad, ya con la primera vacuna, según el gobierno). Estamos a 6 de abril, ya deberían estarse vacunando los cincuentones. A este paso van a terminar de inmunizar en 2023 al pueblo feliz, feliz, feliz.

No se crea que esas cifras sean las que quiere su texto servidor presentarle para probar la epidemia de calma insultante que padece el país, no, sino las siguientes declaraciones del Presidente:

En enero pasado: “A finales de marzo vamos a tener vacunada a toda la población mayor de 60 años… y para abril comenzamos con los que tengan menos edad con enfermedades crónicas”. Luego, en febrero 10, desde su madrugadora explicó las quejas por el retraso en el plan de vacunación: “El pesimismo y lo negativo tiene que ver con los grupos de intereses creados, con los corruptos que quisieran que nos fuese mal para que ellos regresen por sus fueros”.

¿Entendió?… el retraso no importa, lo que importa es que hay grupos de perversos que quieren que él se vea mal. Son pesimistas por encargo, son gente negativa a sueldo.

Y canta el Pirulí desde el Cielo: Voy viviendo ya de tus mentiras… ¡y qué más da!

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