15 de octubre de 2024

Suspende Profeco centros de atención AT&T en diez ciudades del país

GMx

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informa que suspendió la comercialización de servicios de telefonía móvil en el esquema de pospago de la empresa AT&T en diez ciudades del país, ante irregularidades en el contrato.

Estas ciudades son: Aguascalientes, Ciudad de México, Ciudad Juárez, Guadalajara, León, Morelia, Puebla, Querétaro, Tijuana y Veracruz.

La colocación de sellos de Suspensión de Comercialización del servicio de telecomunicaciones de telefonía móvil ofertado en el esquema de pospago se tomó luego que la Profeco realizó visitas de verificación de telecomunicaciones en centros de atención de clientes del proveedor AT&T, cuyo propósito fue verificar el contrato con el que se comercializa en la modalidad de pospago.

Producto de esas visitas, se detectó que el documento mostrado difiere respecto del contrato de adhesión registrado ante esta Procuraduría, al hacer un agregado en la carátula del contrato con la que pretende incluir el consentimiento de sus clientes respecto de un cobro anual por equipo diferido.

En ese sentido, se exhorta a los consumidores que hayan celebrado contrato con dicho proveedor a que revisen el contrato que les fue entregado al momento de la contratación.

Los proveedores están obligados a respetar los términos y condiciones de los servicios que ofrecen tal cual están registrados en la Profeco; si esto no ocurre puede presentar su queja en:

La plataforma de conciliación electrónica en http://concilianet.profeco.gob.mx/ (Consulte los proveedores participantes y recuerde que puede ingresar su queja las 24 horas, los 365 días del año); bien, en alguna de nuestras 38 Oficina de Defensa del Consumidor (ODECO). (Ubique la más cercana a su domicilio en: http://telefonodelconsumidor.gob.mx/)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La Feria:Beberla o derramarla

Sr. López La abuela paterna, Elena, la de Autlán de la Grana, Jalisco, contaba que allá a principios del siglo pasado, un tío suyo tenía