Fueron 17 años que terminaron de forma demoledora en 90 minutos. Seattle Sounders le pegó un baile a Pumas y lo venció 3-0 para romper de forma incontestable la hegemonía de la Liga MX en la Liga de Campeones de la Concacaf.
Un bello doblete de Raúl Ruidíaz y un contragolpe letal que culminó de gran forma Nico Lodeiro fueron suficientes para que la MLS consiguiera su primer pase a un Mundial de Clubes de la mano de los más de 68 mil espectadores que colmaron el Lumen Field de Seattle.
El anhelo de ganar provocó que los ánimos se desbordaran en los Pumas, el arranque del partido fue ríspido para los universitarios y es que la sequía de 32 años sin un título de Concacaf significó una pesada losa sobre sus hombros.
De arranque, Seattle circuló bien la pelota y en más de una ocasión se vio cómodo aprovechando la amplitud de su cancha para intentar dar un golpe sobre la mesa que ayudará a la MLS a por fin superar a la Liga MX.
La cancha sintética del Lumen Field no fue un factor diferenciador, pero si lo fue una afición sumamente auténtica que jugó a la perfección su papel y ejerció presión sobre el cuadro auriazul. A la par, un arbitraje permisivo se hizo de la vista gorda en un par de duras entradas por ambos bandos.
Al paso de los minutos no había un claro dominador, Raúl Ruidíaz y Juan Ignacio Dinenno, los referentes al ataque, no habían tenido oportunidades frente al arco rival. La balanza se inclinó ligeramente a favor de los felinos cuando antes de la media hora de juego Seattle ya había sufrido dos bajas por lesión, la más sensible la del mediocampista João Paulo, el mexicoamericano Obed Vargas tomó su lugar.
Dinenno perdonó frente al arco de Stefan Frei y desaprovechó la mejor posición de Favio Álvarez, poco después un remate de Washington Corozo pasó por encima de la portería, hasta el momento estas acciones habían sido las más claras del encuentro.
El Seattle Sounders intentó reaccionar con una barrida sorpresiva de Lodeiro, pero fue un error el que terminó por cambiar el rumbo del encuentro.
Favio Álvarez cometió una innecesaria falta en los linderos del área, el precio por esta desatención fue un gol en contra. Antes del descanso se movió el marcador con un disparo de Ruidíaz que impactó en Diogo, el desvío fue imposible de atajar para Talavera quien fue un mero espectador al momento de que el balón cruzó la línea de meta.
Fiel a su estilo, Pumas metió las garras al arranque el segundo tiempo, el equipo se negaba a renunciar a la posibilidad de gloria, prueba de ello fue un desborde de Corozo, el centro al área del ecuatoriano le quedó a modo a Diogo pero los reflejos de Frei impidieron el empate.
Pumas comenzó a ser presa de la desesperación, un error por poco les cuesta el segundo, Roldán probó a Talavera con un disparo de media distancia que bien pudo terminar al fondo de la red.
El tiempo se convirtió en el peor enemigo de los universitarios, de a poco aparecieron los fantasmas del 2005 y la distancia entre ellos y la copa se hacía inmensa.
Los sueños de Pumas quedaron destruidos con una jugada de contragolpe, el cuadro estadunidense montó un espectáculo entre Roldán, Lodeiro y Ruidíaz, el peruano fusiló a Talavera con un tiro de primera intención que puso fin a la hegemonía del futbol mexicano en la Concacaf.
Sin posibilidad de reaccionar, tal vez hasta resignado, Pumas recibió el tercero en contra. Tras una gran atajada de Talavera, el balón quedó con vida y Lodeiro llegó para empujar el rebote y de este modo sellar el triunfo histórico de su escuadra.
Por: Excélsior