Sr. López
Tío Agustín era un tipazo y su buen humor arreglaba un funeral, en serio… pero nunca hay completo, era tontín tirando a imbécil. En aquellos lejanos años en que el cáncer era casi segura cita con San Pedro, su médico le advirtió que era urgente hacer una cirugía para sacarle un tumor con toda la pinta de ser maligno, pero tío Agustín le dijo que era un pesimista y el siguiente domingo hizo una gran fiesta con toda la familia. Luego se supo todo, en su velorio.
¡Ya sucedió!, decía la abuela Virgen -la de los siete hijos-, cuando pasaba algo grave. Bueno, pues ¡ya sucedió!, el Trump impuso a las exportaciones de México, un arancel del 25%. Las consecuencias para nuestro país serán desastrosas. No hay manera de eludirlas. A pesar de las repetidas amenazas del patán de la Casa Blanca, nuestro gobierno no adoptó las medidas adecuadas para evitarlo y si no, para mitigarlo.
Llama la atención a los que vivan en otro planeta, que la respuesta de la Presidenta sea convocar a una manifestación el próximo domingo, en el Zócalo de la capital nacional:
“Convoco a las mexicanas y mexicanos a una asamblea informativa en el Zócalo de la Ciudad de México el próximo domingo a las 12:00 del día, para compartirles las acciones que emprenderemos. Y entre todos afrontar juntos este desafío. Orgullosamente, somos un país libre, independiente y soberano (…)”, dijo. Bueno, está bien, pero habría que puntualizar algunas cosas:
No es un desafío, no nos está retando a nada el Presidente de los EEUU, nos impone esos aranceles por los desatinos de este gobierno y el anterior, por su complacencia con el crimen organizado.
Claro que somos un país libre, independiente y soberano, los aranceles no lo ponen en duda ni se amenaza nuestra soberanía de gobierno ni ante las naciones. La decisión de los EEUU es una medida de presión para que salga de su marasmo nuestro gobierno actual, para que rompa los inaceptables vínculos con el crimen organizado (inaceptables e innegables, ya de la señora depende probar que no alcanzan su nivel, el de su gabinete).
Agregó la Presidenta que su llamado es “A mantenernos con unidad. Reitero: es tiempo de la defensa de México y su soberanía”.
¡Caramba!, mantener la unidad, ¿de veras?, pues mientras no rompa con su antecesor, ella hereda completo su legado de avasallar al Congreso, destruir los órganos autónomos, desaparecer al Poder Judicial; ningunear a la oposición; llamar traidores a la patria a los que en el Congreso no votaran a favor de las iniciativas presidenciales; crispar y dividir a la sociedad; calificar el respeto a la ley como un cuento; insultar a las organizaciones civiles; atacar sin pausa la libertad de prensa; aprobar las acciones del crimen organizado en las elecciones… ¿Unidad?… bueno, sí, la sólida unidad de los suyos en torno a sus intereses que está visto, no eran, no son los de la nación. Y son ellos, los suyos los que retacarán el Zócalo. Ha de creer que va a impresionar al Trump.
Y eso de que “es tiempo de la defensa de México”, es del género bufo de la política. ¿Defender a México, defenderlo de qué, de quién?, ¿de los aranceles?, no, esos se nos han impuesto exclusivamente en respuesta a más de seis años de connivencia con el crimen organizado; ¿del Trump?, ¡caramba!, los que fueron obsequiosos y llamaron “amigo” a ese gañán fueron los de la 4T, después de que se hartó de insultar a nuestro país y a los mexicanos.
Y si alguien piensa que eso es ya exagerar la nota, cargarle de más la mano a los cuatroteros, se le hace saber que antier, la Casa Blanca emitió una nota informativa (véala en https://www.whitehouse.gov/fact-sheets/2025/03/fact-sheet-president-donald-j-trump proceeds-with-tariffs-on-imports-from-canada-and-mexico/), aclarando la razón de los aranceles:
“El presidente Donald J. Trump está procediendo a implementar aranceles (…) para combatir la extraordinaria amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos (…) Las organizaciones mexicanas de narcotráfico, principales traficantes de fentanilo del mundo, operan sin obstáculos debido a una relación intolerable con el gobierno de México. El gobierno de México ha proporcionado refugios seguros a los cárteles para que se dediquen a la fabricación y el transporte de narcóticos peligrosos, que en conjunto han provocado la muerte por sobredosis de cientos de miles de víctimas estadounidenses.
“Los cárteles de la droga mexicanos (tienen) control sobre regiones enteras de México. Esta alianza con el gobierno mexicano pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos (…)”.
No se puede más claro, los EEUU han reaccionado a más de seis años de chanchullos, enjuagues y contubernio con los cárteles. Ese gobierno que alardeó de su política de abrazos a los delincuentes, visitante frecuente de Badiraguato -cuna del narcotráfico-, y este gobierno que hoy no rompe con esas políticas de complicidad criminal, son los que han metido a México en este barranco.
No se desorbita la cuestión, ayer mismo, Howard Lutnick, secretario de Comercio de los EEUU, declaró: «Entiendo que Canadá dice, ‘Oh, es solo una pequeña cantidad de fentanilo (que cruza desde Canadá) que solo puede matar a 9 millones de estadounidenses. No es tanto’. Mientras que el flujo de fentanilo desde México podría matar a todos los habitantes en EU. ¡Deben estar bromeando! Tiene que detenerse y tiene que detenerse, realmente, de inmediato (…) Con suerte, México entenderá que esto no es una guerra comercial. Esto es una guerra contra las drogas (…)”.
Agregó el Lutnick: “Tanto los mexicanos como los canadienses estuvieron llamándome todo el día hoy, tratando de demostrar que harán un mejor trabajo y el Presidente está escuchando, porque ya saben que es muy, muy justo y razonable (…) Si cumples con esas reglas, entonces el presidente está considerando darte alivio”. Sí, ellos mandan.
Señora Sheinbaum: la amenaza no es Trump, la amenaza son ustedes, este gobierno que empezó en 2018… y continúa, usted le llama segundo piso, es segundo sótano.