Sr. López
Tía Anita enviudó joven y con cuatro hijos. El imprudente de su marido la dejó sin un peso y la tía se las ingenió recibiendo huéspedes, pero la cosa se le complicó porque unos meses después, el casero le dijo que no se lo permitía y que le entregara la casa. En la familia se desató la alarma general, los señores se juntaron para ponerse de acuerdo en cuánto le podían pasar al mes a la viuda en apuros, pero no se supo cómo, siguió en la casa, con huéspedes y sacó adelante a sus hijos. Ya viejita este menda le preguntó cómo había hecho y ella explicó, muy sosiega: -Pues ese señor quería otra cosa, hijito, y bueno, seguí con mis huéspedes… y ya no pagué renta -¡ah!
El día de ayer, horas antes de que el fétido Trump ratificara su imposición de aranceles del 25% a México a partir de hoy, nuestra Presidenta de la república, en su papel de Titular del Poder Ejecutivo, Jefa de Gobierno, Jefa de Estado y Comandante (con e), de las Fuerzas Armadas, entró a las páginas de bronce de la historia patria, pronunciando en su conferencia de prensa mañanera, una frase de esas como:
“¡Con mi sangre formaré el patrimonio a mis hijos!” (Josefa Ortiz de Domínguez); “¡Va mi espada en prenda!” (Guadalupe Victoria); “¡Es mejor morir de pie que vivir arrodillado!” (Emiliano Zapata); “¡La patria es primero!” (Vicente Guerrero).
Sí, damas y caballeros, ayer quedó reservado su sitial en la historia nacional, los escultores se apresuran a perpetuarla, están listas las fundiciones de bronce y los proveedores de mármol (de Carrara, ‘but-of-course’): ha nacido una estrella en el celaje mexicano, doña Claudia Sheinbaum Pardo, quien ante la pregunta sobre qué haría si se nos imponían los aranceles, dijo gallarda (se emociona uno, la verdad):
“Serenidad y paciencia mi querido Solin, diría Kalimán”…
¡Que se oiga esa banda!… ¡la Marcha de Zacatecas!, ¡el himno nacional!, y los humildes integrantes del peladaje nacional, conmovidos, entonamos la de Paquita la del Barrio: ¡Invítame a pecar, quiero pecar contigo!, queremos todo con ella, verdad de Dios.
Antes de soltar este nuevo apotegma que seguramente será perpetuado con letras doradas en los muros de nuestro Congreso, la Señora de México anticipó la razón de su serenidad y paciencia:
“(…) tenemos plan A, plan B, plan C, plan D, entonces vamos a esperar hoy (…)”. Y desde el cielo se oye al Pirulí: “Feeelicidad, hoy te vuelvo a encontrar”… ¡tres hurras!
El Plan A, tal vez -uno qué va a saber-, era doblarse, como se dobló, “apretando” (se anunció ayer), las importaciones de China, y durante el último mes, mandando 10 mil guardias a la frontera a atajar migrantes, desmontando decenas laboratorios de fentanilo, enchiquerando centenas de pelados bota punta pa’rriba y enviando en paquete a 29 presos mexicanos sin extradición ni nada que le pudiera estorbar al tío Sam para que haga con ellos lo que le parezca (pena de muerte incluida). Pero nada de eso funcionó a la vista de la declaración de ayer del tal Trump:
“Muy importante, mañana comenzarán los aranceles del 25% sobre Canadá y del 25% sobre México. Así que van a tener que asumir un arancel”. ¡Zacapún!
Como los reporteros ahí presentes, le preguntaron si había “espacio de maniobra”, agregó, diplomático como es él: “No hay margen (…) los aranceles están listos y entran en vigor mañana”. ¡Y retiemble! Además el Trump aclaró el porqué de los aranceles: “Enormes cantidades de fentanilo han entrado en nuestro país desde México y como saben, también desde China, de donde se envía a México y a Canadá”.
Los estupendos reportes del Batman Harfuch, no engañan al tío Sam: no sube el precio de la droga en la calle porque no hay escasez, sigue entrando, ni que fuera tan difícil.
La cocaína sí ha subido de precio no por mérito de nuestros aguerridos aguiluchos, sino porque los cárteles producen menos, porque el fentanilo es muy fácil de cocinar y deja fantásticas ganancias.
Según Forbes -del 10 de enero de 2023-, producir un kilo de fentanilo cuesta tres mil dólares y se vende en ¡32 millones de dólares! (de cada kilo sale más de medio millón de dosis a la venta)… y producir cocaína cuesta más o menos, 4 mil dólares el kilo, y se vende en unos 60 mil… ¿ya se entiende por qué la cosa es tan complicada?, con esas ganancias, el narco está dispuesto a todo y le alcanza para corromper a muchos.
Sea lo que sea, la señora de Palacio, aclaró: “¿De quién depende el arancel?, del presidente Trump” (no, de veras, la que sabe, sabe), y aunque no dijo en qué consisten sus planes B, C y D (si el A era doblarse), mantengamos la cabeza fría, por favor, por favorcito, y sin olvidar que la Doña de México, aseguró que “(…) la economía de México está fuerte”.
Menos mal que está fuerte, ya veremos si aguanta semejante recargón porque según la Secretaría de Hacienda (de ella, de su gobierno), de las exportaciones de México, depende el 40.36% de la demanda agregada que es el total de bienes y servicios que se demandan en el país, en este caso, al año: ¡el 40.36%!; y agregó Hacienda que las exportaciones “son la principal fuente de crecimiento económico de México”.
Nada de que con sus arancelitos nos va a apretar el cogote el peladísimo Trump, no señor, ¡nuestra economía está fuerte! pero, igual ayer cayeron las bolsas de valores de México y los EEUU, Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq; y el peso rebasó los 21 pesos por dólar.
Y todo por no leer: el domingo, nuestra Presidenta Sheinbaum, la señora del segundo piso, escribió: “No es con la imposición de los aranceles como se resuelven los problemas, sino hablando y dialogando”… bueno, eso y Kalimán, dan mucha paz.
Nomás que, mientras, este domingo, el asesor para Seguridad Interna de la Casa Blanca, Stephen Miller, declaró: “Los cárteles criminales, estas Organizaciones Terroristas Extranjeras, que controlan y gobiernan territorio en México, representan una amenaza continua, sostenida y grave para los Estados Unidos y el Gobierno estadounidense”. Que le apure doña Sheinbaum, urge otro telefonazo.