11 de diciembre de 2024

La Feria: Imaginar

Sr. López

Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, aparte de sus trastadas en cuartos de azotea y que desde los 13 años jugaba póker de apuesta con tahúres, arreglando problemas no fallaba, un ejemplo: su hermana Silvia, casi recién casada, le contó que iban a cambiarse de casa porque sus vecinos de enfrente eran un grupo de norteños que no dejaban dormir a nadie todos los fines de semana, con sus borracheras y música estruendosa; que su marido había ido a hablar con ellos y le pusieron una golpiza.

Pepe preguntó cuántos eran, como nueve, le dijo; y qué hacían entresemana, no sé, respondió Silvia; ¿salen?, sí, salen. No dijo más Pepe. Una día al amanecer, llegó a casa de su hermanita y su esposo; se puso en la ventana, los fue contando y cuando salió el noveno, esperó un buen rato; fue a su coche, sacó de la cajuela dos bidones… los bomberos llegaron tarde, como siempre.

Los norteños quedaron con lo puesto. Se fueron. Pepe no fallaba.Nos guste o no (no nos gusta), los gobiernos de los EEUU siempre han intervenido en México, cuando de defender sus intereses se trata.Invasiones militares aparte, no olvide que estaríamos hablando francés si los EEUU no hubieran apoyado a Benito Juárez, cuando les convino y como les convino (Tratado McLane-Ocampo no se olvida; firmado el 14 de diciembre de 1859, cediendo Juárez a los EEUU “paso a perpetuidad”, por amplias franjas del territorio nacional; no entró en vigor porque lo rechazó el Congreso… de los EEUU, ¡qué vergüenza!; es otra historia).

El largo porfirismo no hubiera sido posible sin el apoyo de los EEUU y don Porfirio renunció cuando quedó claro que ya no contaba con el tío Sam: el presidente Taft movilizó tropas a la frontera de México el 6 de marzo de 1911, Díaz renunció el 25 de mayo siguiente.

El asesinato de Francisco I. Madero, se urdió en la embajada de los EEUU. Y la guerra civil que llamamos revolución la ganaron los del Norte con Carranza a la cabeza, por el apoyo yanqui en armamento.

El régimen priista que parecía inmortal, fue posible por lo mismo. Al principio, EEUU se dio por bien servido con que los nuevos gobiernos fuertes les aseguraran una frontera estable y segura; a cambio, ya no seríamos invadidos. Luego, desatada la Segunda Guerra Mundial, nos alineamos a sus intereses -previa expropiación petrolera para expulsar a las empresas de Europa en México-; en enero de 1942, les firmamos la creación de la Comisión Mexicano-Estadounidense de Defensa Conjunta y el ya expresidente, heroico y sacrosanto general Lázaro Cárdenas, declaró: “México está listo e impaciente en aportar lo mejor de su esfuerzo y sus recursos a la defensa de las Américas y la victoria de las Democracias”… y ya sabe qué son las Américas y las Democracias para los EEUU, ellos mismos).

Después de la guerra, México, con su sólido y estable gobierno, aunque poco democrático, quedó en la esfera de los EEUU y cuando la Guerra Fría, otra vez estuvimos a sus órdenes. Ahí la dejamos, no hay espacio, pero que quede claro, el régimen tricolor aguantó hasta la firma y entrada en vigor el 1 de enero de 1994, del tratado del libre comercio, el TLC, con lo que EEUU obtuvo lo que de México le interesaba y ya no necesitaba más un PRI fortachón, así que seis años después, ¡abur!Capítulo interesante es la migración de mexicanos a EEUU, tolerada mientras les convino como fuente de abundante mano de obra barata. Empezó la cosa el 4 de agosto de 1942 con el Programa Bracero para su campo (ellos estaban reclutando soldados para la guerra mundial); siguió con su Ley Agrícola de 1949 y se alargó con el Convenio Laboral Migrante de 1951, que terminaba el Programa Bracero en 1964.

Pero quién sabe qué estaba soñando el gobierno de EEUU cuando imaginó que los mexicanos se iban a regresar muy obedientes, se quedaron y les contaron a sus familias que allá se sufría poquito menos y se ganaba mucho más.

Los inundamos de inmigrantes ilegales. Ahora no hallan qué hacer.Con lo que no contaba EEUU fue con el fenómeno del crimen organizado mexicano que largamente toleraron mientras les vendía marihuana (que les encanta), cocaína (que les encanta) y hasta heroína (esa, poco).

Pero el fentanilo que es 50 veces más potente que la heroína, los está volviendo locos.Con datos del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), desde 2018 mueren arriba de cien mil cada año por esa droga; los expertos lo ilustran diciendo que eso equivale a que cada año se estrellara diario un jet con un promedio de 300 pasajeros… y los criminales de nuestro país, los están inundando con fentanilo: el número de pastillas que lograron incautar los policías de allá en 2017, fue de 50 mil; para el 2022 subió a 71 millones de pastillas… y sigue subiendo, el año pasado decomisaron 115 millones de pastillas mortales.

Si nuestro gobierno cree que los EEUU se van a quedar cruzados de brazos, están muy equivocados: eligieron a Trump.

Los nombramientos que está anticipando el gran gañán del Trump, no dejan lugar a dudas. Va en serio.

Además: no tiene que cuidar su popularidad ni nada: es su último periodo no solo por viejo sino porque es el segundo y no hay más. Solo le queda dar resultados y pasar a la historia de su país como el Presidente que controló la inmigración ilegal y combatió eficazmente al crimen organizado mexicano que los está devastando.

Los que está escogiendo Trump, no son una pandilla de locos, son gente que ha servido honorablemente a su país y son patriotas, no patrioteros como los que acá tenemos: varios se han jugado la vida sirviendo a su país y los que no, son funcionarios condecorados.

No odian a México, odian lo que les hacen nuestros criminales. Tienen razón.Si la Presidenta y su Batman García Harfuch, creen que con estadísticas y explicaderas van a tranquilizar al Trump y los halcones de que se está rodeando, se van a llevar un chasco y van a dañar al país mucho más de lo que puedan imaginar.

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