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Senadoras de diversos Grupos Parlamentarios suscribieron un punto de acuerdo para que el Senado de la República se pronuncie por eliminar las brechas salariales de género que constituyen un desafío prioritario en la ruta hacia la realización de la igualdad sustantiva y el pleno ejercicio de los derechos humanos.
El documento plantea iniciar un diálogo con el Ejecutivo Federal, la Cámara de Diputados, organizaciones sociales, patronales y sindicales con el objetivo de explorar las áreas de oportunidad para legislar en materia de igualdad salarial de acuerdo a los estándares más altos y las mejores prácticas a nivel global y nacional.
Busca también exhortar a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, para que desarrolle las políticas públicas que garanticen salario igual por trabajo de igual valor, en términos de lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y para que genere un amplio diagnóstico acerca de las brechas salariales de género en diversas áreas geográficas, ramas de la actividad económica, profesiones, oficios y tipos de contratación.
Lo anterior, debido a que la diferencia salarial es una de las variables más evidentes de la histórica desigualdad estructural que afecta a las mujeres frente a los hombres en México y en el mundo, precisa el punto de acuerdo.
Se advierte que la baja participación de las mujeres en el mercado laboral y las características del empleo femenino guardan una relación estrecha con múltiples factores que atraviesan por el papel que la sociedad les asigna, la violencia y la discriminación de género.
Estos factores tienen que ver con el origen social y condicionan la movilidad social de las mujeres, tanto en el mercado laboral, como en la educación.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el trabajo no remunerado en México representó, en 2018, 5.5 billones de pesos, es decir 23.5 por ciento del Producto Interno Bruto.
El documento refiere que la brecha salarial de género es tal que las mujeres ganan 797 pesos menos, además que tienen una mayor carga de labores domésticas y de cuidado. La desigualdad salarial entre hombres y mujeres en México es peor incluso que en otros países como Guatemala, Honduras y El Salvador.
En comparación con los hombres, las mujeres con una jornada laboral de 20 horas o más a la semana invierten el doble de tiempo en labores de cuidado y domésticas. Trabajan alrededor de 42.8 horas a la semana en labores domésticas y los hombres solo lo hacen alrededor de 16.8 horas.
A pesar de los esfuerzos por establecer una garantía de igualdad de remuneración, subsiste un componente discrecional, estrechamente vinculado a los sesgos de género en el ámbito laboral, por ello es fundamental que el Senado se pronuncie e impulse políticas para resarcir este problema.
