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Mientras Keiko Fujimori ha exigido la nulidad de 200 mil votos, el fiscal del equipo especial Lava Jato, José Domingo Pérez, solicitó la detención preventiva de la candidata presidencial, al considerar que habría violado los términos de su libertad condicional, en el marco de la investigación en su contra por un supuesto delito de blanqueo de dinero.
Pérez explicó que Fujimori violó una de las restricciones que se le impuso a cambio de salir de prisión a principios de mayo de 2020, la de no comunicarse con otros testigos del caso, cuando apareció en una conferencia de prensa el miércoles junto al abogado Miguel Torres Morales, a quien presentó como el vocero político de la persona jurídica de su partido, Fuerza Popular.
A la candidata a la presidencia de Perú se la acusa de haber recibido financiación ilegal a través de la constructora Odebrecht para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016.
«Se ha determinado nuevamente que la acusada Fujimori Higuchi incumple con la restricción de no comunicarse con los testigos; pues, se ha advertido como hecho público y notorio que se comunica con el testigo Miguel Torres Morales», dice el escrito presentado por Pérez al juez del caso, Víctor Zúñiga Urday.
En el mismo documento, Pérez ofrece una imagen de ese encuentro público mantenido entre Fujimori y Torres Morales, explicó el portal LMNeuquén.
CONTEO
Horas antes, de acuerdo con el diario El Economista, Keiko Fujimori pidió ante el tribunal electoral de Perú la nulidad de 802 mesas de votación que representan unos 200 mil votos y, adicionalmente la revisión de otros 300 mil votos por lo que «estarían en juego medio millón».
«Fuerza Popular está presentando el día de hoy acciones de nulidad de 802 mesas a nivel nacional, acciones que se están presentando al jurado nacional de elecciones», dijo Fujimori en momentos en que el último reporte del órgano electoral (ONPE) daba cuenta de 50.2% de los votos para Castillo versus 49.7% para la líder derecha, con el 99% de las mesas escrutadas.
Por ambos hechos, algunos analistas políticos prevén otra crisis política en Perú, pues la candidata no pretende aceptar los resultados electorales.