Nayib Bukele, presidente de El Salvador, le dijo al encargado de negocios de Estados Unidos, Brendan O’Brien, que «nuestra independencia, no está a la venta», consignó el este miércoles el propio mandatario en Twitter, tras un encuentro la víspera con el diplomático.
Los comentarios de Bukele se produjeron tras la imposición este miércoles por parte de Estados Unidos de sanciones económicas contra dos altos funcionarios de su gobierno, al los que señala de participar en negociaciones encubiertas con líderes de pandillas encarcelados.
El Tesoro estadunidense anunció que Osiris Luna Meza, viceministro de Justicia y director general de Centros Penales de El Salvador, y Carlos Amílcar Marroquín Chica, director de Reconstrucción del Tejido Social de la Presidencia salvadoreña, fueron incluidos en su lista negra por sus tratos con altos mandos de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18.
Bukele tildó de «mentira» los señalamientos estadounidenses contra sus funcionarios.
El mandatario reveló que ofreció a O’Brien -que sustituyó a Jean Manes tras su partida a fines de noviembre- «colaborar (con estados Unidos) en el combate al narcotráfico y la delincuencia y trabajar para reducir la migración forzada».
Asimismo, Bukele dijo que en la última reunión que sostuvo con Manes, la diplomática le pidió «la liberación» del exalcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, preso por negociaciones con pandillas, y que el fiscal Rodolfo Delgado, elegido por el oficialismo mayo pasado en el Congreso en reemplazo del destituido Raúl Melara, no fuera reelecto.
También le habría solicitado el compromiso de «no tocar» al expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) y al exfiscal Douglas Meléndez, sin mencionar por qué casos, según el mandatario.
El Salvador es uno de los ocho países americanos no invitados a la Cumbre por la Democracia convocada para jueves y viernes por el presidente estadunidense Joe Biden, al igual que Bolivia, Cuba, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela.
Por: Excélsior