Las escuelas mexicanas perdieron en conjunto el 3 por ciento de sus estudiantes por los impactos de la pandemia de COVID-19 en un país que cerró las aulas por más tiempo en el mundo, expuso un estudio de México Evalúa y el Tecnológico de Monterrey.
La deserción fue más aguda en el nivel preescolar, con una caída en la matrícula de 8.6 por ciento, mientras que en la educación media superior fue de 3.1 por ciento y en la superior de 0.8 por ciento, de acuerdo con el informe Operación regreso a clases presenciales: la experiencia estatal 2021.
Además, el 10.9 por ciento de estudiantes de secundaria ya no continuaron con sus estudios de nivel medio superior, añadió el documento.
Quienes continuaron con sus estudios afrontan en promedio un retraso de un año por la pérdida de aprendizajes adquiridos más los que estaban programados, con un atraso equivalente a dos años para los estudiantes más vulnerables.
Por esta pérdida de habilidades en generaciones de estudiantes afectados, el reporte estimó un impacto de 1 a 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
El distanciamiento social, una estrategia necesaria para reducir la propagación del virus, ha afectado a 36.6 millones de alumnos y a más de 2.1 millones de docentes, además del personal administrativo y de apoyo a la docencia, advirtió el informe.
México, que acumula más de 5.5 millones de casos de COVID-19 y casi 320 mil muertes, la quinta cifra más alta del mundo, fue además uno de los países con el cierre de clases presenciales más prolongado.
El Gobierno suspendió la enseñanza presencial en marzo de 2020, con un plan para dar lecciones por televisión e internet, hasta el 30 de agosto de 2021.
Pero el reporte advirtió de efectos no homogéneos para los estudiantes porque cada una de las 32 entidades federativas tuvo una estrategia diferente para reabrir las aulas.
El modelo de regreso a clases no se dio bajo un consenso de modalidad. Algunos estados reiniciaron las clases alternando los días de regreso a clases, lo que denominaron modelo escalonado. Otra modalidad que buscaron implementar fue un modelo híbrido’, expuso el informe.
La investigación también descubrió que 5 por ciento de planteles educativos a lo largo del país fue abandonado o saqueado.
Y reflejó repercusiones a las habilidades socioemocionales en siete de cada 10 estudiantes, lo que implica un aumento de la vulnerabilidad de los estudiantes.
La preocupación por las afectaciones emocionales del distanciamiento social en estudiantes y docentes tuvo reflejos en medios de comunicación, pero no provocaron específicas acciones por parte de las autoridades, concluye la investigación.
Con información de EFE