El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, rindió homenaje ante el féretro abierto de Pelé, en el último adiós al Rey del fútbol.
Acompañado de la primera dama, Janja, Lula llegó al estadio de Vila Belmiro y se dirigió al centro del césped donde estaban expuestos los restos del jugador.
En presencia de la viuda de Pelé, Marcia Cibele Aoki, y los hijos del astro, Edinho, Flavia y Kely, el mandatario de izquierda, investido el domingo, asistió a una misa oficiada por un sacerdote que discursó sobre religión y futbol.Pelé llamó a la puerta del cielo.
Y Dios dijo: ‘¿Quién es usted?’. ‘El Rey’. ‘Ok, aquí también será el rey pero yo soy el señor”, dijo el sacerdote.
El velorio de 24 horas empezó el lunes con el desfile de miles de personas, algunas de las cuales hicieron fila durante toda la noche, comprobó la AFP.Katia Cruz, de 58 años y cuyo esposo se quedó en casa en Santos porque estaba “inconsolable”, hizo una fila de cuatro horas hasta acceder finalmente al féretro a la 1:30 de la mañana.
Había mucha, mucha gente. Fue muy lindo. Pelé se lo merece. Fue el Rey, pero también una persona muy buena”, dijo.
El cortejo fúnebre dejó el estadio por la mañana e hizo un recorrido por Santos, ciudad portuaria de 433 mil personas, cerca de Sao Paulo.
El convoy pasó por la casa de la madre de Pelé, doña Celeste.Allí, en un mausoleo del Memorial Necrópolis Ecumênica, un lujoso camposanto con aires de complejo vacacional y que posee un aviario y una pequeña colección de autos, también están los restos de su padre, su hermano y su tía.
Por: Excélsior
