Cuatro años después de incitar a la turba de seguidores para que asaltase el Capitolio, el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, regresa triunfal al Congreso y lo hizo más desafiante y radical que nunca, con un discurso xenófobo y muy agresivo contra México, país que dijo esta “totalmente controlado por los cárteles”.
“Es hora de que el país declare la guerra a los cárteles de la droga”, asegura Trump, quien dice que los narcotraficantes tienen “completo control” sobre México. El presidente menciona la histórica entrega de 29 capos a la justicia estadounidense, ocurrida la semana pasada. “Quieren hacernos felices”, indicó el mandatario, presumiendo de la efectividad por la amenaza de los aranceles.
“Hace cinco noches, las autoridades mexicanas, por la política arancelaria que les imponemos, nos entregaron a 29 de los mayores líderes de los carteles de su país, algo que nunca había ocurrido”, dijo Trump.
Algunos de los presos que formaron parte de esta operación, calificada como “un hecho sin precedente” y “en el marco de los acuerdos de cooperación internacional”, fueron Rafael Caro Quintero, capo del Cartel de Guadalajara, así como dos líderes de Los Zetas, Miguel Ángel y Omar Treviño Morales.
“Pero no es suficiente, México y Canadá deben hacer más”, advirtió, tras reiterar sus cuatro obsesiones: la frontera, la inmigración, el combate a los cárteles y el chantaje arancelario.
“Desde que asumió el cargo, mi Administración ha puesto en marcha la ofensiva fronteriza y contra la inmigración más radical de la historia de Estados Unidos, y rápidamente hemos alcanzado la cifra más baja jamás registrada de personas que cruzan ilegalmente la frontera”, afirmó.
“Los medios de comunicación y nuestros amigos del Partido Demócrata seguían diciendo que necesitábamos nueva legislación para asegurar la frontera, pero resultó que todo lo que realmente necesitábamos era un nuevo presidente”, ha dicho entre una de las ovaciones más potentes de la noche.
Por: L Crónica