SR. LÓPEZ
Contaba la abuela paterna, Elena, la de Autlán de la Grana, Jalisco, que su abuelo (ya estamos hablando de mediados del siglo XIX), fue un poderoso ganadero que nunca supo cuántas reses tenía pues estaban libres en sus campos y que de vez en cuando, mandaba vaqueros a bajar centenas de animales de los montes y arreando los llevaban a Guadalajara o a Puerto Las Peñas (hoy Vallarta). Decía que su papá les platicó que una vez llegaron a Autlán unos señoritos lechuguinos, a decirle al viejo de parte del Gobernador, que tenía que pagar una contribución por cada cabeza de ganado de su propiedad y que sosiego les respondió que estaba bien, que ellos fueran a contarlo regresaron a Guadalajara meses después, hechos una desgracia, felices nomás por haber logrado salir vivos de aquella feraz tierra, y que su abuelo dijo: -Con la curiosidad que tenía de saber cuántas reses tengo y sanseacabó.
El 11 de diciembre del año pasado, a iniciativa de Mario Delgado (a) El Salgadiño, la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión; la de Senadores la ratificó el martes 13 pasado. Usted ya ha de saber algo del asunto: se trata de la creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil con la muy noble y única intención de poner un ¡hasta aquí! a los delincuentes que se valen de ese medio de comunicación para organizar, coordinar y ejecutar sus crímenes, que van de la extorsión al secuestro y todo el surtido propio de cualquier delincuente organizado que se respete: tráfico de personas, de armas, de drogas, matanzas y muchas cosas más, entre ellas, los delitos que se coordinan vía celular desde las cárceles.
En resumen, todos los actuales dueños de los más de 119 millones de teléfonos celulares, incluidos los de prepago, deberán inscribirse en el Padrón en un plazo máximo de un año; los que adquieran nuevas líneas también, pero en un mes. A los que no cumplan o lo hagan extemporáneamente, aparte de cancelarles la línea, sin derecho a reactivación, pago o indemnización alguna, les aplicarán una multa de 89 mil 692 pesos.
Los datos de cada usuario que tendrá el Padrón, son: número de línea telefónica móvil, número de serie o identificador de la tarjeta SIM; fecha y hora de activación; nombre completo o razón social de la empresa; número de identificación oficial con fotografía y clave única de población; domicilio; concesionario; código de identidad de fabricación y características del teléfono; si es prepago o pospago; vigencia y todas las actualizaciones que ocurran. Y tomando en cuenta el ingenio nacional, el usuario deberá proporcionar sus datos biométricos: huella dactilar, iris, facciones del rostro, tono de voz y firma. Todo esto lo deben recabar y validar las empresas de telefonía y por si sigue usted tranquilo, entérese:las autoridades de seguridad y de procuración de justicia tendrán acceso a la información del registro sin orden judicial, dicen.
Se intentó antes esto mismo. El 9 de febrero de 2009, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, un decreto para crear el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (RENAUT), también para combatir la delincuencia, que no tenía los datos biométricos, con el CURP se registraban.
No sirvió de nada, se decretó su cancelación el 29 de abril de 2011, y durante su vigencia la extorsión se incrementó un 40% y el secuestro, un 8%; aparte de que en Tepito se vendían copias completas del registro.
Al cancelar el RENAUT, se afirmó que para combatir los delitos telefónicos, se instalarían sistemas de bloqueo de señal de celular en todas las cárceles del país (ese que se está riendo, ¡se me sale!) y que los concesionarios de telefonía celular colaborarían con la autoridad en la localización en tiempo real de las comunicaciones relacionadas con delincuencia organizada eso se dijo en 2011 diez años después ¡resucitemos el registro!… nomás con otro nombre, no se vaya a dar cuenta la gente.
Los delincuentes no se han vuelto retrasados mentales: ningún capo va a ir a dar sus datos biométricos para que no lo multen, ni va a comprar teléfonos a su nombre. Cualquier delincuente medio organizado, mandará a un tipo, del que tenga secuestrados a sus hijos y su abuela, como representante de una empresa fantasma, a comprar cuántos teléfonos le hayan ordenado comprar, a su nombre y con sus datos biométricos (y para que no vaya de rajón con la autoridad, lo pueden matar, que despachar gente no les espanta el sueño); o van a usar tarjetas SIM de otros países (no, no les apura pagar largas distancias); y los delincuentes rascuaches van a robar más teléfonos que ahora. Este padrón no servirá de nada contra el delito y sí pone en mayor riesgo a la gente común.
Tiene muchos problemas legales esta reforma, entre otras cosas su aplicación retroactiva. Aparte algo cuenta lo dicho por la ONU: la recolección en masa de dichos datos -biométricos- sin cumplir con los principios de necesidad y proporcionalidad podría representar una violación del derecho a la privacidad por sí mismo ¿sí?… pues aquí van fichar a toda la ciudadanía.
La razón real de esta reforma es el fracaso de la 4T en el combate a la delincuencia organizada; les urgía una excusa: ¡no hay control de los celulares! Lo dijo el inmensamente irresponsable Alfonso Durazo, siendo Secretario de Seguridad, cuando propuso la creación de un padrón de telefonía móvil en el evento dedicado a la evaluación de la estrategia en contra del delito en Acapulco, el 27 de noviembre de 2019.
Esta reforma es querer poner puertas al campo, la otra vez fracasó el proyecto porque la gente no se registró, punto, y era imposible dejar incomunicado al país.
Pero, igual, por respeto a México no se debió aprobar esta inútil reforma que nos pone en la lista de los 17 países autoritarios y dictatoriales que tienen padrones así, entre otros: China, Arabia Saudita, Afganistán, Venezuela, Emiratos Árabes Unidos, Tayikistán, entre otros.
Dime con quién andas