Al cumplirse 15 días del hallazgo del brote de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad AH7N3 en Coahuila y Durango, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), informó que 731 mil 081 aves fueron sacrificadas en 44 de las 242 unidades de producción inspeccionadas, de un total de 370 que existen en la región.
El Senasica explicó que sus técnicos trabajan a marchas forzadas para concluir el diagnóstico de la situación y determinar el estatus sanitario que prevalece, una vez que concluya el 100 por ciento del muestreo en la Comarca Lagunera.
Detalló que para lograr el objetivo se fortaleció la capacidad operativa del Laboratorio de Bioseguridad nivel 2 de Durango, que labora las 24 horas.
Recordó que entre las medidas que se establecen para contener el brote se encuentra el control de la movilización de aves vivas, sus productos y subproductos, «lo que posibilita garantizar que las mercancías que salen de granjas de Coahuila y Durango no representan riesgo alguno para el resto del país».
«Para ello, es necesario que presenten resultados negativos a IA, emitidos por los laboratorios oficiales el Senasica y que cuenten con la autorización de la Dirección General de Salud Animal para movilizar sus productos», manifestó,
Cronología del brote
El jueves 21 de abril productores avícolas reportaron al Senasica la muerte de aves en la región, de manera inmediata se trasladaron técnicos de la Dirección General de Salud Animal a la zona para tomar muestras e identificar el agente patógeno que estaba provocando la mortandad.
En la madrugada del viernes 22 de abril, los técnicos mediante la técnica de rRT-PCR, identificaron que se trataba del virus de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad AH7N3, presente en el país desde 2012.
El mismo día se puso en marcha el operativo de emergencia para contener el brote, por lo que el Senasica impuso cuarentena definitiva total a las granjas e indicó las medidas contraepidémicas a seguir: despoblación, limpieza y desinfección, así como el vacío sanitario.
Con el propósito de proteger los estados libres de la enfermedad, la autoridad sanitaria recomendó reforzar las medidas de bioseguridad en las unidades de producción y solicitar que sean constatadas por personal oficial del Senasica.
Acreditar a más médicos veterinarios responsables autorizados en aves, que coadyuven en el cumplimiento de la legislación vigente en materia de salud animal.
Enviar aves vivas (gallinas de fin de ciclo y pollo de engorda) únicamente a establecimientos de sacrificio que cuenten con los controles sanitarios requeridos para garantizar la inocuidad del producto, preferentemente a rastros Tipo Inspección Federal (TIF), para evitar que sean comercializadas en mercados de aves vivas.
«Se recomienda que las excretas de aves (gallinaza y pollinaza) sean tratadas con un método industrial que garantice la destrucción del virus de influenza aviar, previo a su uso como fertilizantes para tierras de cultivo.
Adquirir pollitos y pollas de crianza únicamente en granjas que cuenten con registro ante el Senasica, bioseguridad vigente y bajo la supervisión de un médico responsable autorizado por la institución para el manejo de aves.
Actualizar la semilla que se ocupa en la elaboración de vacunas contra esta enfermedad para incrementar su efectividad», agregó.