Joan Manuel Serrat confió en que llegará el día en que el México de los libres le ganará al México de las armas, así lo expresó durante la ceremonia en la que la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) le otorgó el Honoris Causa.
El acento español del cantautor invadió el aula Magna de la UAEM; acomodó las palabras como los poetas lo saben hacer y lanzó una que otra broma durante la ceremonia, pero también se sumó al sentimiento general de los mexicanos, al de dolor y rabia con un recuerdo para los 43 normalistas de Ayotizinapa de los que hasta la fecha seguimos esperando aclaraciones convincentes.
Señaló el conocimiento como una de las fuentes más importantes para crecer individual y colectivamente, es bueno para lograr un tejido social cohesionado sin el cual es imposible el progreso de un pueblo, el conocimiento es bueno para vivir en paz, para aprender a ser libres, para crecer sin miedos.
Y puede ser que para algunos suene todo a utopías, mencionó, pero es precisamente la utopía a lo largo de la historia la que ha ido temblando las adversidades y renovando las esperanzas, la utopía irrenunciable que no va a ninguna parte si no es de la mano del conocimiento, la educación, la escuela, la universidad, son instrumentos para perseguirlo en estos tiempos en los que la cultura vive amenazada y el magisterio en ocasiones es un oficio de alto riesgo.
El cantautor se dirigió a los catedráticos reunidos ahí y señaló la importancia de su labor y la defensa que deben hacer de ella.
Habló también de su amor por este país que le abrió las puertas tras ser exiliado por su oposición al régimen franquista. Recordó que esta nación lo invitó a pasar aquí ese momento y como sucede con los grandes amores a medida que más la conocía más me iba enamorando de ella, me enamoré de su música, de sus paisajes, de su comida, de su manera de amar la vida y convivir con la muerte.
Por EL UNIVERSAL