El Kremlin confirmó este martes el inicio de la retirada de sus tropas desplegadas en la frontera con Ucrania, subrayando que es algo «normal» y denunciando de nuevo «la histeria» occidental ante una supuesta invasión al país vecino.
Siempre dijimos que después de las maniobras (…) las tropas volverán a sus cuarteles de origen. Y eso es lo que está ocurriendo ahora. Es el proceso habitual», declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
El funcionario indicó que en el futuro Moscú va a organizar «más ejercicios en toda Rusia» y reivindicó el derecho del país a llevar a cabo maniobras en su territorio.
Las unidades de los distritos militares Sur y Oeste, que ya han concluido sus tareas, comenzaron a cargar en medios de transporte y empezarán a regresar a sus cuarteles hoy (martes)», anunció por su parte el Ministerio de Defensa, citado por agencias de prensa rusas.
Paralelamente, Rusia sigue realizando maniobras militares en Bielorrusia, vecino de Ucrania, que durarán hasta el 20 de febrero.
«Histeria» occidental
En un momento en que los países occidentales, liderados por Estados Unidos, afirman que Rusia prepara una invasión de Ucrania, Peskov denunció una «campaña absolutamente sin precedentes orientada a provocar tensiones».
Este tipo de histeria no tiene ninguna base», afirmó el portavoz del Kremlin.
La retirada de algunas tropas fue recibida con entusiasmo en Ucrania, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, aseguró que su país, junto a sus aliados occidentales había «logrado impedir una nueva escalada rusa».
El gobierno de Moscú niega tener intenciones belicosas y afirma que se siente amenazado por la expansión de la OTAN hacia Europa del este.
Por ello exige «garantías de seguridad», en especial un veto a la entrada de Ucrania en la Alianza.