Cientos de activistas y familiares de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos de Ayotzinapa protestaron este domingo en la Basílica de Guadalupe, donde oraron por el fin de la impunidad al cumplirse 87 meses del caso.
Los manifestantes recorrieron el corredor guadalupano de Ciudad de México con consignas como Vivos se los llevaron, vivos los queremos y justicia, verdad y castigo para denunciar que la investigación no termina pese a las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al llegar a la explanada de la Basílica de Guadalupe, en el norte de Ciudad de México, el sacerdote Raúl Vera ofició una misa en la que responsabilizó a las autoridades de la desaparición de los 43 estudiantes en 2014 en Guerrero, estado del sur de México.
Los principales responsables de la desaparición de sus hijos son el Gobierno de Guerrero, el Gobierno municipal de los municipios en donde se dio este crimen y el Gobierno federal porque también estaba en medio el Ejército mexicano, denunció Vera, conocido por luchar por los derechos humanos.
Los manifestantes conmemoraron este domingo la 87ª acción global por Ayotzinapa por los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre de 2014, en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
El Gobierno de Peña Nieto promovió la verdad histórica que señalaba que los estudiantes fueron detenidos por policías corruptos en Iguala y entregados al cártel Guerreros Unidos, que los mató e incineró en un basurero de Cocula.
Pero la Administración de López Obrador ha desmentido esa verdad, al coincidir con familiares y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que señaló que los cuerpos no pudieron ser quemados en ese lugar.
Sin embargo, pese a la promesa del actual mandatario, los manifestantes expresaron este domingo su frustración por el actuar de la Fiscalía General de la República (FGR) y del Ejército, cuestionado por reservar información del caso por la presunta participación de militares.
Oramos por las autoridades para que ellas acaben de encontrar a estos jóvenes estudiantes. Pedimos a Dios que el Gobierno federal y que el Gobierno estatal de Guerrero hagan lo que tienen que hacer y ya no estén dándole vueltas al asunto, manifestó Vera.
Los inconformes reiteraron su denuncia de que fue un crimen de Estado en el que hubo colusión con cárteles del narcotráfico.
Las autoridades se movieron para apoyar al crimen organizado, que era el que cultivaba la amapola, esto está bien aclarado, afirmó Vera.
Con información de EFE