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El acceso a servicios de cuidados paliativos es un tema de salud pública pendiente, que se tiene que abordar sin tabúes para aliviar el sufrimiento de personas que se enfrentan a enfermedades terminales, destacaron senadores de la República en la presentación del libro Muerte digna. Un derecho humano que nos involucra a todas y todos.
En el evento celebrado a distancia, organizado por el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa, coordinador del PRD, y el Instituto Belisario Domínguez, participaron legisladores, especialistas y académicos del sector salud.
En su intervención, el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, hizo votos para que la Cámara de Diputados reanude la discusión de la minuta que envió el Senado y que reforma al párrafo cuatro del artículo cuarto de la Constitución, a fin incorporar los cuidados paliativos ante enfermedades en situación terminal.
El derecho a la muerte digna es un asunto de salud pública, por lo que su discusión no se puede evadir a pesar de que algunos sectores de la población lo consideren un tema tabú, aseguró el legislador.
Insistió en que se debe asegurar el acceso a los servicios de cuidados paliativos a toda la población que lo requiera, sin distinción alguna. También reconoció que estos servicios, así como los medicamentos para el tratamiento del dolor, son difíciles de conseguir, ya que en el pasado no se legisló en la materia.
Ricardo Monreal expresó que el senador Miguel Ángel Mancera, coordinador del texto, ha dedicado varios años de su vida a esta causa e, incluso, pugnó por incluir este derecho en la Constitución de la Ciudad de México, por lo que ahora busca establecerlo en la Carta Magna como parte de las funciones que debe garantizar el Estado.
Se trata de un tema polémico; sin embargo, subrayó que la labor social de legisladoras y legisladores debe ir más allá de la defensa de las iniciativas, sino que tienen la obligación de democratizar el conocimiento y generar los cambios que requiere el país mediante la información, el diálogo y el intercambio de ideas.
El presidente del Instituto Belisario Domínguez, Miguel Ángel Osorio Chong, destacó que en el mundo hay 40 millones de personas que requieren de cuidados paliativos; de ellos, 11 por ciento lo reciben, lo que quiere decir que más de 34 millones viven con dolor y la mayoría de las personas son de bajos ingresos.
En México, acotó el senador, de las 372 mil personas que cada año requieren de cuidados paliativos, sólo 78 mil tienen acceso a ellos. Además, 14 entidades de la República garantizan y regulan el derecho a la voluntad anticipada, pero aún es un tema pendiente a nivel nacional.
Miguel Ángel Mancera, en tanto, reconoció el trabajo hecho en el Senado de la República para legislar sobre la Muerte Digna y mencionó que falta profundizar el análisis de la legislación secundaria sobre los menores.
La muerte digna no solo tiene que ver con adultos mayores que llegan a una etapa terminal de alguna enfermedad, también está presente en las niñas y niños que sufren de enfermedades terminales con dolores intensos, y también es una obligación del Estado, evitarlo.
Se trata de un debate que no era sencillo en otros años, por la frontera que existía con la eutanasia y por el debate ético jurídico que implicaba. Ahora, subrayó, es importante que en la Cámara de Diputados se pueda avanzar.
La senadora Kenia López Rabadán, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, destacó la obligación del Estado para garantizar una muerte con dignidad, así como la responsabilidad de las y los legisladores para actualizar el marco normativo y asegurar este derecho a todas las personas.
Dijo que el libro recopila la experiencia de especialistas y la visión de legisladores sobre cuidados paliativos multidisciplinarios, en el marco de la reforma constitucional. Al mismo tiempo, ayuda a la reflexión sobre los retos del país ante la emergencia sanitaria, ya que miles de familias están de luto por el Covid-19 y estamos obligados a entender la trascendencia del derecho a vivir y morir con dignidad.
El secretario del Consejo de Salubridad General, José Ignacio Santos Preciado, sostuvo que es necesario utilizar todas las alternativas al alcance para conservar la dignidad de quienes padecen una enfermedad terminal, sin excesos que produzcan daño y sin desplazar o desechar sus valores.
En la presentación del libro, estuvieron especialistas de salud, como Celina Castañeda de La Lanza, Silvia Allende, Jorge Alberto Ramos Guerrero, María Isabel Cristina González y Ferdinard Recio Solano, entre otros.