Petróleos Mexicanos (Pemex) mantiene en crisis a la mayoría de sus proveedores de bienes y servicios, pues durante el sexenio, lejos de reducir la deuda que tiene con estas empresas la ha triplicado, esto debido a que posterga de manera importante los pagos y compromisos que tiene con dichas compañías.
Los retrasos y el incumplimiento de Pemex han puesto a las empresas en una situación operativa sumamente complicada e insostenible, pues han tenido que dejar de pagar los salarios de sus trabajadores, lo que también pone en riesgo la disponibilidad de los servicios y la mano de obra calificada.
De acuerdo con su último reporte financiero al primer trimestre del año, la petrolera nacional mantenía un adeudo de 364 mil 814 millones de pesos a los proveedores de bienes y servicios, la cifra representa un aumento de 225.4% si se compara con los 112 mil 102 millones de pesos de los primeros tres meses de 2018, último año del sexenio pasado.
Esto significa que en los últimos seis años se ha triplicado este pasivo, sin que se tenga algún indicio de que se avanzará en los pagos antes de que termine la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Del mismo modo, la cifra anual de deuda muestra que al 31 de diciembre de 2023 el pago pendiente a los contratistas de Pemex alcanzó los 359 mil 760 millones de pesos, que también representan un aumento de 141% respecto al cierre de 2018.
Durante el sexenio, entre las empresas que se han visto afectadas por los retrasos en los pagos se encuentra Hokchi Energy, quien el año pasado inició un procedimiento de solución de controversias porque la petrolera tenía con ella un adeudo millonario por la venta de crudo y gas.