Unos Juegos Olímpicos de Invierno en una de las regiones más secas de China: frente a la ausencia de nieve, los Juegos de Pekín (4 al 20 de febrero) van a depender enteramente de una nieve artificial.
Las montañas del noroeste de la capital china, donde se desarrollarán las pruebas, están en un estado natural desesperadamente oscuro y las pistas de esquí artificiales en preparación las estrían de vastas líneas blancas, dándoles una apariencia rayada.
A poco más de un mes de la apertura de los Juegos, cañones de color amarillo lanzan de forma permanente sus copos para preparar el terreno a los esquiadores en la estación de Yanqing.
Coste para los recursos de agua: unos 185 millones de litros para el conjunto de los sitios olímpicos, según una estimación oficial desvelada en 2019.
Un consumo así en una zona estructuralmente golpeada por las sequías es fuente de críticas.
«Organizar unos Juegos Olímpicos en esta región es una aberración, es irresponsable», denuncia la geógrafa Carmen de Jong, de la Universidad de Estrasburgo.
Podríamos también hacer los Juegos Olímpicos sobre la Luna o sobre Marte», ironiza.
Los organizadores hacen valer que los cañones son accionados por electricidad de origen renovable y que el agua regresará al suelo cuando la nieve se funda.
Los Juegos de Pekín serán los primeros en depender enteramente de nieve artificial, aunque ya en la edición precedente de 2018 en Corea del Sur tuvieron ya que recurrir a un 90 por ciento aproximadamente de nieve artificial.
En total, las instalaciones previstas en Yanqing y en el otro sitio olímpico de Zhangjiaku emplean 300 cañones de nieve, de la marca italiana TechnoAlpin, antes de que las aplanadoras de nieve den forma a las pistas.
Para nosotros, el mayor desafío, es mantener una calidad de nieve uniforme», explica Li Xin, uno de los responsables de la estación de Yanqing, a unos 80 km de la capital.
Variaciones en el proceso de producción de la nieve «pueden hacerla demasiado dura en ciertos tramos y demasiado blanda en otros, lo que podría ser peligroso para los deportistas en la competición», añade.
Con el calentamiento climático, «independientemente de la sede de los Juegos Olímpicos, habrá siempre cañones de nieve», prevé Florian Hajzeri, director general de TechnoAlpin para China.
Por: Excélsior