El conjunto del Nápoles y el mexicano Hirving ‘Chucky’ Lozano pusieron broche de oro a una temporada histórica en la Serie A de Italia luego de conquistar su tercer ‘Scudetto’, algo que no lograba el club desde 1990, provocando la euforia y la fiesta en la ciudad italiana del sur.
«¡Vamos a tener fiesta toda la noche, toda la semana!»: entre bengalas, fuegos artificiales y ruido de cláxones, la ciudad de Nápoles estalló de alegría este jueves cuando su equipo de futbol conquistó la liga italiana y puso fin a una espera de 33 años.
¡Es increíble! ¡Hacía mucho tiempo! ¡Mirad el ambiente, es una locura!», se entusiasmaba Facundo Quense (33 años) justo después del pitido final del Udinese-Nápoles (1-1), de la 33ª jornada de la Serie A.
Ese empate, a más de 800 kilómetros de distancia, permitía el ansiado tercer ‘Scudetto’ de manera matemática.
Desde hacía semanas estaba claro que el Nápoles iba a ser campeón y únicamente quedaba por saber la fecha concreta.Esto es una liberación.
¡Es algo que hay que vivir! ¡Fiesta, fiesta, fiesta! Este año es una locura», gritaba Laura Curcio (25 años), rodeada de otros aficionados que no paraban de grabar vídeos y de hacer selfis para inmortalizar el momento.
Nada más terminar el partido de Udine, miles de ‘tifosi’ circulaban ya por las calles con sus banderas, bufandas y pancartas, tiñiendo la ciudad de azul cielo y de blanco, los colores del club.
El centro de la ciudad fue el lugar de encuentro para la mayoría.
En las callejuelas estrellas del centro, muchos hinchas se habían reunido para ver el partido ante el Udinese por televisión en terrazas instaladas en las plazas y frente a las iglesias.
Alrededor de 55 mil aficionados se habían citado en el Estadio Diego Maradona para seguir el partido por pantallas gigantes.
Temblaron primero cuando el Udinese se adelantó en el minuto 13, pero el gol de Victor Osimhen en el inicio de la segunda parte supuso un gran alivio y permitió el 1-1.
Hace mucho tiempo que esperamos. Es una locura porque en su día, cuando Maradona había ganado el Mundial con Argentina y el Scudetto con el Nápoles, mis padres me hablaban de eso. ¡Y ahora lo estoy viviendo!», recordó Antonio De Roma, un estudiante de 20 años.
Por: Excélsior