El presidente de Francia Emmanuel Macron llamó el martes en Praga a los aliados de Ucrania a «no ser cobardes» ante una Rusia «que se ha vuelto imparable», tras sus polémicas declaraciones sobre la posibilidad de enviar tropas occidentales a este país en guerra.
“Sin duda estamos entrando en un momento de nuestra Europa en el que convendrá no ser cobardes», dijo al comienzo de su visita a la República Checa, haciendo referencia a «potencias imparables» que «están expandiendo la amenaza cada día».
«Tendremos que estar a la altura de la historia y del valor que implica», insistió.
El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, reaccionó afirmando que las «discusiones sobre tener más o menos coraje» no son necesarias. «Esto no ayuda realmente a resolver los problemas» en Ucrania, añadió.
Con esta visita a la República Checa, Macron pretendía poner en escena su «atención especial» a Europa Central, explicó su entorno a la prensa.
¿Es o no es nuestra guerra? ¿Podemos desviarnos, considerar que las cosas pueden seguir así? Yo no lo creo y, por ello, es un salto estratégico el que he pedido y lo asumo plenamente», explicó el dirigente francés, apuntando que «la claridad» de sus declaraciones era «lo que Europa necesitaba».
«No queremos ninguna escalada, nunca hemos estado a favor de la beligerancia», insistió.
Durante una conferencia internacional el 26 de febrero en el Palacio Presidencial del Elíseo, Macron sembró el desorden entre los otros aliados de Kiev asumiendo una «ambigüedad estratégica» para que el presidente ruso Vladimir Putin supiera que todo se hará para impedirle «ganar esta guerra».
Explicó entonces que el envío a Ucrania de militares occidentales no podía «excluirse» en el futuro, aunque reconoció que no existía actualmente un «consenso».
Muchos de los aliados occidentales de Ucrania, como Estados Unidos, Alemania, Italia, Polonia, España y República Checa, rechazaron rápidamente esta posibilidad.
El gobierno francés precisó a continuación que se trataría de misiones de no combatientes.
«Creo que es necesario» ante «el riesgo que corremos de sufrir», reiteró Macron a algunos periodistas al final de la visita el martes, pidiendo «retomar la iniciativa».
El presidente checo, Petr Pavel, le dio su apoyo, declarándose «partidario de buscar nuevas opciones, incluido un debate sobre una posible presencia en Ucrania», sin cruzar la «línea roja» del despliegue de «tropas de combate».
Por: Excélsior