El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó que la Iglesia católica nunca denunció ante las autoridades la impunidad con la que operaba en la sierra tarahumara José Noriel Portillo, El Chueco, asesino de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar así como del guía de turistas Pedro Palma Salazar.
De acuerdo con el presidente López Obrador, al conocerse el triple homicidio en la comunidad de Cerocahui el pasado 20 de junio de este año se desplegó una campaña en contra de su gobierno, más los religiosos no fueron capaces de manera previa a los lamentables hechos de denunciar la ilegalidad con la que se manejaba este individuo buscado ahora por todo el país.
«El único prudente porque es un hombre con convicciones, un verdadero cristiano, uno de los mejores Papas que ha habido en la Iglesia católica fue el planteamiento del papa Francisco; otros, incluso ahí en Chihuahua -que saben muy bien lo que sucedió- no fueron capaces de decir esto se origina porque las autoridades locales protegieron a esta persona y aunque había orden de aprehensión actuaba con absoluta libertad y participaba en política, pero como ayudaba a los partidos conservadores tenía protección o actuaba con tolerancia, pero eso no son capaces de decirlo los sacerdotes y no generalizo».
En su dura crítica a la jerarquía católica de México, el presidente dejó claro que no le gustó la expresión «ya no nos alcanzan los abrazos» vertida por el padre jesuita, Javier Ávila durante la misa de cuerpo presente de los sacerdotes asesinados.
Recriminó fuertemente a los ministros de culto católico haber actuado con hipocresía cuando se desataron las masacres en el sexenio de Felipe Calderón.
«Y esas expresiones de que ‘ya no nos alcanzan los abrazos’, ¿qué quieren entonces los sacerdotes, que resolvamos los problemas con violencia?, ¿vamos a desaparecer a todos, vamos a apostar a la guerra? ¿Por qué no actuaron cuando Calderón de esa manera, por qué callaron cuando se ordenaban las masacres, cuando se puso en práctica el mátalos en caliente, cuando se decía a los altos mandos del ejército que «ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos? ¿Por qué esa hipocresía?» cuestionó el presidente este jueves.
Agregó que una cosa es que pastores evangélicos o católicos tengan simpatías con los partidos conservdores y otra cosa es la mentira y la calumnia o levantar falsos testimonios.
«Eso no se debe permitir a nadie y muchos menos a un religioso, sea pastor de una iglesia evangélica o un sacerdote» sostuvo el mandatario federal.
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En cuanto a las declaraciones públicas del cardenal de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, en el sentido de que para llevar a cabo las fiestas patronales deben dar el 50 por ciento de lo que se recaude al crimen organizado para poder llevar a cabo las celebraciones, el presidente sostuvo que tampoco tiene conocimiento formal de un hecho así.
Pidió tener cuidado ante ese tipo de afirmaciones ya que «pueden no ser ciertas» debido a que hay una campaña en donde se inventan cosas con tal de perjudicar al actual gobierno federal.
Sostuvo que es la primera vez que se entera de eso y que en sus recorridos por el país tampoco ha tenido noticia de algo así.
«Sí, pero hay que ver porque no por el hecho de ser religiosos ya son infalibles» señaló López Obrador.
De todas formas, el presidente dijo que se va a investigar lo dicho por el cardenal de Guadalajara.
Por: Excélsior