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El estado de Texas ha enfrentado en los últimos días una tormenta sin precedentes que ya ha dejado un saldo preliminar de 11 muertos y amenaza la vida de millones de residentes que jamás habían tenido que enfrentar una emergencia así.
El mal tiempo provocó un accidente que involucró varios carros y dejó seis muertos.
Otras víctimas incluyen un niño de 10 años que cayó en un lago con aguas heladas y un hombre que no pudo entrar a su casa y murió congelado en su jardín.
Ante la emergencia se cancelaron clases, se cerró el comercio y hasta se suspendieron las vacunaciones en contra del coronavirus.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) alertó de un área extensa y sin precedentes de condiciones invernales peligrosas desde la costa este hasta la costa oeste, con más de 150 millones de estadounidenses bajo advertencias relacionadas con el clima invernal, la cual seguiría hasta el fin de semana.
Una nueva tormenta se espera en la región de los Grandes Lagos (noreste) y el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó a los servicios de emergencia prepararse para hacer frente a nieve, hielo y fuertes vientos en todo el estado durante los próximos dos días.
No sobrevivimos a casi un año de pandemia para perder gente a causa de una tormenta de nieve o de hielo, dijo el gobernador de Kentucky, Andrew Beshear, siendo irónico respecto a lo que está ocurriendo.
(Con información e imagen de Semana.Com)
