Sr. López
Hace mucho le conté de Pepe -el más impresentable primo que tenerse pueda-, que desde los trece de edad jugaba póker de apuesta con tahúres. Hacía milagros con la baraja. Este menda lo vio jugar con los ojos vendados y ganar, en serio.
En la familia materno-toluqueña se juntaban los viernes a jugar: las señoras, canasta; los señores, póker… pero si Pepe estaba en la casa, aunque anduviera en la azotea: ellas, mejor, dominó y ellos, ajedrez. Mejor.Ayer, en su matiné del pueblo (el bueno, los 36 millones que los votaron, no los 62 y medio millones que no, esos no estamos incluidos), la Presidenta respondió al embajador de los EEUU, Ken Salazar, por qué nuestro gobierno no celebra la detención del Mayo Zambada, como él sugirió antier, dándole un raspón (porque todos sabemos por qué el gobierno cuatrotero lejos de celebrarlo, se enojó e insistió tanto en que no tuvo nada que ver, fueran a incomodarse los abrazables).
La presidencial respuesta, al tío Sam le interesa menos que la reproducción asexual de las estrellas de mar. A este menda, menos.Lo interesante es que la Presidenta diga que el fin no justifica los medios y que “(…) la manera en que haces las cosas también tiene fondo (…)”. A todo dar.
Veamos:Si en serio cree que el fin no justifica los medios (como enseña el Catecismo… ella, tan bien formada), y que la manera de hacer las cosas tiene fondo, que cite a los líderes en el Congreso, de Morena & Cía., para ponerlos como lazo de cochino (transmitido en vivo desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional), por los medios que utilizaron (chantaje, extorsión y sobornos), para conseguir la mayoría calificada (que el pueblo, el bueno, no les dio en el Senado), a fin de reformar la Constitución conforme al capricho de un señor que ya ni trabaja en el gobierno.
Y que les ponga una regañada de esas que ella sabe dar, por la manera, que también es fondo, sí, de los bajos fondos.
Por cierto: se le recomienda a la Presidenta, dejar en paz sus reclamos al gobierno de los EEUU, por detener al Mayo Zambada, porque si le sigue, y aceptan que sí, que ellos se lo llevaron (¡y qué!), se verá en la penosa necesidad de volver a violar la ley a la vista de todos nosotros los del peladaje, considerando que la Ley de Seguridad Nacional ordena en su artículo 74, que si se comprueba que un gobierno extranjero se lleva a la mala a “(…) los habitantes del territorio nacional para ser llevados a juicio ante otro Estado, el Estado mexicano suspenderá la ejecución de los convenios de cooperación bilateral (…)”; eso dice la ley y por tanto, la señora de Palacio quedaría obligada a suspenderlos y como ni loca lo va a hacer, ni modo, otra vez a violar la ley (¡que ni modo ni qué ocho cuartos!, la viola sin que se le mueva un pelo de la colita de caballo; desacato, prueba).
Y ya para dejar en paz eso de que el fin no justifica los medios, fuera bueno que alguien le hiciera un plan de lecturas a nuestra Presidenta, porque lo suyo son las ciencias exactas pero en lo demás, que es tanto, anda floja, por eso usa frases hechas.
Para empezar sería muy de recomendar que leyera solo para nutrir sus reflexiones, los aforismos del ‘Oráculo manual y arte de prudencia’ (1647), escrito por el enorme jesuita Baltasar Gracián.
Pero como no lo leerá, le transcribo el remate del aforismo 66 (ahí le dicen), que va a contracorriente de eso de los fines que no justifican los medios: “Todo lo encubre un buen fin, aunque lo desmientan los desaciertos de los medios.
Que es arte ir contra el arte cuando no se puede de otro modo conseguir la dicha del salir bien” (no es cita textual porque el original está en español antiguo… y ya sabe, la señora sabe de física).Si le parece una frase cínica e inmoral, lleva razón pero tal vez no pensaríamos mucho en los medios, si en este sexenio se erradicara el crimen organizado y luego supiéramos que fue porque se permitieron incursiones secretas de un ejército extranjero. ¡Se violó la soberanía!, ¡el fin no justifica los medios!… ¿de veras?… ¿en serio?… ¿nunca?… o si eso ya es mucho soñar, qué tal que se aniquilara la corrupción estructural del gobierno federal y los estatales… por una extraña y letal epidemia -mortal de necesidad-, que aquejara a funcionarios venales… ¿qué tal?… ¿tampoco?… no son sugerencias, son cosas que se le ocurren a un simple tenochca afligido ante las desgracias nacionales.
Bueno, dejemos eso para hacer un ejercicio brevísimo de realismo no mágico: el actual gobierno de México ha incurrido en una mala copia del priismo imperial del más viejo cuño. De nueva cuenta no hay división de poderes, de hecho ya estamos con un poder menos, el Judicial y pensándolo bien, con solo un poder, el Ejecutivo, dada la sumisión del Legislativo tan entusiastamente subordinado a la patrona.
De esta manera, ya luego se sabrá si al ciudadano de este siglo, le acomoda el credo oficial: Creo en un solo partido todopoderoso/ creador de la ley y la Constitución/ creo en Morena, único poder y señor nuestro/ que fue concebido por obra y gracia del erario. Ya se van a enterar nuestros conciudadanos lo que es un solo Ejecutivo en tres poderes distintos, la resurrección de una sola autoridad y el poder eterno.
A la presidenta le sale la alegría por los poros, ante el enorme y concentrado poder con que gobernará al país. Está bien (no es cierto), nada más que tenga en cuenta que así no podrá alegar nada en su defensa ni descargo si no da resultados: todo se le entregó, es autoridad única y máxima (y ya se va a enterar que los indiscutibles buenos resultados que daba ese antiguo PRI, no eran producto de la cerrazón ni la necedad, sino de la búsqueda de acuerdos y la consulta a expertos y opositores).
Y acomoda otro aforismo de Gracián, el 214, textual: “No hacer de una necedad dos. Es mui ordinario para remendar una cometer otras quatro (…) más mal que el mismo mal (…)”.No es previsible que corrija el rumbo este gobierno, los triunfos con trampa se hacen vicio invencible.