Sr. López
Sofía, una prima de las de Jalisco, era espectacularmente hermosa. Pescó al hijo de un ricachón al que advirtió que no sabía ni quería aprender ninguna labor del hogar y que si tenían hijos, necesitaría nana para cada uno, todo admitió el ansioso enamorado (es que en serio, estaba de cine). Y se casaron. Tuvieron solo un hijo, vivían en una residencia lujosa de boquear y la Sofía, en su molicie, engordó, mucho, se le agrió el modo, se volvió retobona. Un día el marido, sin aspavientos, la llevó a un departamentito en un barrio bajo y ahí la dejó con el hijo: -Pago despensa y médicos, nada más… si no te parece, ya sabes, delgadita y cariñosa -Sofía rompió el récord mundial de recuperación de figura… y de carácter, un dulce.
Algo no checa. No son ganas de incordiar. Algo no cuadra. Sin dramatizar. Algo anda mal.
A ver, imagine que va usted a un supermercado con su lista de compras; no encuentra varias cosas, otras sí pero de calidad regularcita o mala, la fruta medio podrida, la carne vieja, la verdura pachucha (sí es español), los jugos agrios. Encima, se topa con cadáveres de otros clientes asesinados y a usted, por pura buena suerte, nada más le ponen una soberana tranquiza. Con el corazón atravesado en el gañote, va usted a las cajas, le piden la lista completa de sus compras, le dicen que tiene que pagar por todo, incluido lo que no encontró… usted se rehúsa, se queja, alega, pero llega el gerente de la tienda y le advierte que si no paga, se va al bote de 3 meses a 9 años. ¿Qué le parece?… ¡ah!, y pagó hasta lo que no le dieron, más una multa por latoso.
Si piensa que es un ejemplo muy exagerado, que esas cosas no pasan, se le informa… eso es exactamente México. Exactamente.
La gente paga impuestos, toda la gente, trabaje o no, sea o no mayor de edad. ¡No es cierto!, dirá un conocedor del tema. Sí es cierto, insiste este menda.
Los impuestos por ingresos (ISR), no los paga todo mundo, los contribuyentes en 2024 según Hacienda, eran poquito menos de 63 millones, entre individuos y empresas. Somos cerca de 130 millones de tenochcas, luego entonces, no todos pagan. Pues sí, porque del IVA no se salva nadie, desde la nenita que compra su paleta Payaso a su abuela (la de la niña), por el Corega.
Y no se le olvide que aparte del IVA pagamos impuestos si se nos ocurre la puntada de tener coche, al comprarlo nuevo o usado y luego por tenerlo, que eso es la tenencia, y al ponerle gasolina paga el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios).
Si no tiene coche ni compra gasolina, pagará un 26.5% de IEPS si en Navidad compró una botella de champaña (sidra, la verdad); y si fue de tequila, el 53% (aparte del IVA no se le olvide); un jugo o un refresco embotellado, pagan $1.39 pesos por litro; una cajetilla de cigarros paga el 160% de eso, de IEPS, más $0.54 pesos por cada 0.75 gramos; y la botana (la de bolsa con harto sello negro, la mera buena), esa, también paga, el 8%, porque el gobierno no quiere mexicanos panzones… tan bueno el gobierno.
Si se encapricha y compra casa, paga impuestos, el ISAI (Impuesto sobre la Adquisición de Inmuebles), entre el 2% al 4.5%; y por supuesto, el predial, porque será muy suyo el terreno, pero le paga renta al gobierno el resto de su vida.
Solo por no encolerizarlo, no se le detallan otros impuestos estatales y los municipales, que son aparte. La casa nunca pierde. Uno, sí. Y si un benefactor (o el que le compró su coche), le deposita en efectivo a su cuenta del banco, ¿qué cree?, también paga impuestos, el 3% de todo lo que exceda 15 mil pesos al mes, paga. La casa nunca pierde, ya quedamos.
Este junta palabras no propone que no se paguen impuestos. Claro que hay que pagarlos.
El dinero que le damos al gobierno (que nos quita), es para los gastos comunes de toda la sociedad, para pagar el gasto público, eso pagamos con nuestros impuestos y antes de eso, lo más importante, para que el gobierno tenga los recursos necesarios para cumplir y hacer cumplir la ley… ¡ya torció la puerca el rabo!
Bueno, hay otras cosas que el gobierno paga con nuestro dinero: seguridad pública, servicios de salud, educación, cosas estas todas, en las que nos queda a deber mucho, para ni mencionar la infraestructura pública, federal, estatal y municipal (calles, carreteras, comunicaciones, agua potable -lo reto a que se beba un vaso de agua de la llave-, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales; alumbrado público, limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; y muchos más, pero no hay espacio).
¿Qué compramos con nuestros impuestos?: nada.
Puede opinar alguien que los impuestos se deben pagar porque ni modo que el gobierno se endeude. Bueno, cobra impuestos y aparte se endeuda. El gobierno del cuatrotero mayor, el que no vive en Palenque, es el que más ha endeudado al país en su historia: 3 billones 200 mil millones de pesos y el año pasado pagamos por la deuda la bonita cantidad de 928 mil 377 millones de pesos de intereses, casi el 12% de todo el gasto del gobierno. Desastre.
Otro dirá: ¿y de dónde si no de los impuestos, se van a pagar los programas sociales?; pues sí, la pensión para los viejos está muy bien (pero no todos la necesitan), y nadie nos preguntó si queríamos mantener vagos con nuestro dinero y los mantenemos.
Además hay una cosa inexplicable: el gobierno en 2018 funcionó con 5 billones 279 mil 667 millones de gasto; para el 2024, subió el gasto a poco más de 9 billones… 58% más… y todo empeoró. ¿Por qué sube el gasto?, ¿en qué gastan nuestro dinero?… y ante esto se acuerda uno del loco que proponía una huelga de impuestos… eso no lo aguanta ningún gobierno y no podría meter a la cárcel a 63 millones de tenochcas trompudos.
Por cierto: señora Presidenta, le disparamos su próximo viaje al extranjero, váyase en un avión de nuestra Fuerza Aérea; son una burla los 13 mil dólares que nos ahorró. Y si de veras quiere ahorrarnos dinero, no viva en un Palacio.
Sepulcros blanqueados.