Sr. López
Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, siete años mayor que este menda, era el héroe de su texto servidor cuando niño, como usted ya sospechaba. Hacía cosas imposibles al futuro junta palabras, dado el marcaje personal y de zona de la comandante Yolanda; en cambio, él siempre se salía con la suya, mentía con maestría grado ‘summa cum laude’, desde los trece de edad jugaba póker de apuesta con tahúres, tenía una novia en cada azotea y encima de todas esas virtudes, era invencible en las trompadas. Ya adulto este López le preguntó si de veras nunca había perdido un pleito y contestó muy fresco: -Nunca… porque sabía cuándo correr… -¡ah!
Decíamos ayer, como no dijeron Unamuno ni fray Luis de León, no se crea esos cuentos, que doña Sheinbaum no sabe elegir amigos ni escoger enemigos, habilidades importantes para quienes cargan responsabilidades de gobierno.
De que no sabe elegir amigos, solo vea quiénes la rodean, porque la tienen rodeada.
De los enemigos… ¡ay!… señora, lo último que necesita es buscarse enemigos, que bastantes tienen los que trabajan en gobernar, porque la política es campo fértil en insidias, calumnias, envidias y acechanzas.
Pero la dama del bastón de juguete (porque eso es el bastón de mando que le entregó su mentor, un juguete, que en nuestro país no hay bastón de mando para el Poder Ejecutivo, tal vez por su relación directa con reyes y emperadores, esos sí con bastón, con cetro), ella no lo sabe o es mayor su ansia de ser la mejor discípula del que NO vive en Palenque.
La señora del segundo piso, muy enojada por las declaraciones de Ernesto Zedillo sobre la muerte de la democracia en México, por cortesía de ella y del que regalaba gasolina a Cuba, se le fue encima al expresidente, pudiendo -en vez de subirse al cuadrilátero-, haber hecho al menos alguna de las 19 cosas que a este tecladista se le ocurren, por ejemplo, decir: -Ah, qué raro, no sabía que celebrar elecciones fuera antidemocrático –por ejemplo, o nada, ni media palabra. Pero, no, eligió descalificar, insultar y ningunear (mala imitación de su elector).
¿De veras la dama de Palacio quiere agarrarse con Zedillo?… ¿es en serio?… ¿de veras con la reforma a la Suprema Corte, lo del Fobaproa o las masacres de Acteal, de El Charco, El Bosque y de Aguas Blancas, cree que borra la acusación de que México ya está bajo una tiranía?… ¿de veras?
Si la bastonera de Palacio cree que puede acusar a Zedillo de haber desaparecido por sus pistolas a la Suprema Corte, que alguien la informe. Eso fue una reforma aprobada por el Senado el 18 de diciembre de 1994 (casi acababa de asumir el cargo don Zedillo), y por los diputados el 22 de ese mes. Nada de “golpe”, ni zarandajas.
Lo del Fobaproa se puso hacer mejor, claro, platicadito todo se puede hacer mejor, pero se debía hacer o quebraba el país entero, de eso no hay duda; estuvo feo, igual que amputar una pierna podrida para dejar vivo lo demás del paciente.
Pero la Presidenta antes de tocar el tema, debió hacer cuentas. Con datos de Hacienda, al año pasado, por el Fobaproa, se ha pagado un total de intereses de casi 946 mil millones de pesos y además, se debe casi un billón 160 mil millones de pesos. Para cuentas fáciles, el Fobaproa significa hoy, dos billones 106 millones de pesos. ¡Épale!, es muchísimo.
Sí, muchísimo, lástima que sin Fobaproa ni rescate de las finanzas nacionales, el gobierno del transformador de la patria, el mero padre de doña Sheinbaum, dejó una deuda pública de 17 billones 400 mil millones de pesos; es la mayor deuda pública de un sexenio desde que hay registro. Y su sucesora designada, este año va a contratar 1 billón 500 mil millones de pesos más, para hacer el bonito total de 18 billones 900 mil millones, nueve Fobaproas con una diferencia: nadie sabe en qué se gastó ese dineral esta gente cuatrotera, todo es de “seguridad nacional” y punto.
Y por si hay algún maldoso pensando en que Zedillo también endeudó a México… no se afane, no es cierto: redujo la deuda nacional. ¡Qué tal!, sí, la bajó un 2.1% en proporción del PIB respecto de la que heredó.
De las masacres primero hay que ver cuántos muertos fueron: el 28 de junio de 1995, Aguas Blancas, 17 cadáveres; el 22 de diciembre de 1997, Acteal, 45; 10 de junio de 1998, El Bosque, 9; y 7 de junio de 1998 en El Charco, otros 11 muertos. Total: 82… les damos una ayudadita: los homicidios dolosos en el sexenio completo de Zedillo, fueron 79,759. Pongamos 80 mil, da lo mismo (por cierto, Zedillo es el presidente que más disminuyó la matadera, -31% respecto del sexenio anterior, por cierto).
Pero, ojo, todos esos casos fueron investigados por la ONU. En el 56 periodo de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos, del Consejo Económico y Social, presentó su informe la Relatora Especial, Sra. Asma Jahangir, sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; si quiere léalo usted, lo encuentra en internet https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2005/3412.pdf
En el punto 95 del informe dice la Relatora: “El Gobierno de México es capaz de vencer los obstáculos contra la protección de las vidas de sus ciudadanos y las demás personas que habitan el país”. Y antes, en el 78, aclaró Jahangir: “Sería improcedente sacar conclusiones respecto de posibles vínculos entre los paramilitares o grupos civiles armados y las autoridades (…) toda observación a este respecto sería susceptible de interpretación política”. Y tan tan. El gobierno federal, el de Zedillo, no fue señalado porque no tuvo que ver.
Doña Sheinbaum metió el choclo hasta la ingle al preguntar muy retadora ¿por qué no hablamos de esas matanzas?… pues porque esos 82 cadáveres (o los 80 mil ya ayudándola), ni se comparan con los 200 mil homicidios del sexenio de señor de los abrazos, más sus 50 mil desaparecidos y las 300 mil muertes evitables en la pandemia del Covid-19. Son 550 mil muertos, señora.
De veras, señora bájese del ‘ring’, a usted no le sale como a su héroe, de veras, hay que saber correr.