Sr. López
Tía Tina se volvía loca con las travesuras y hasta maldades de sus cinco hijos, todos hombres, y pidió consejo a tía Amelia, que traía marchando a sus doce hijos, también todos varones: -¿Cómo le haces?… ¿qué les digo? -y tía Amelia frunciendo el ceño, contestó: -¡Nada!, a los míos no les digo nada… ¿que los tuyos no saben qué está mal? –y sí, con los ojos los mandaba, calladita.
Ignoraba este su texto servidor, que la logorrea fuera contagiosa, resulta que sí y no hay duda de que la señora Sheinbaum la contrajo de su admirado prócer, el que NO vive en Palenque.
Se ignora el origen de este mal de locuacidad excesiva, asociado al afán desmedido de notoriedad y altos índices de inmodestia, pero hay certeza de que se transmite por trato cercano con algún portador.
No tiene cura y es progresivo en aquellos con poder político. Se ha intentado como terapia de ‘shock’, la supresión repentina de micrófonos y la ausencia absoluta de reporteros de prensa en su entorno, con resultados adversos: presentan ataques de furia y explosiones descontroladas de verborrea vía redes sociales.
Lo lamentable es que no ha nacido ni nacerá, quien sin meter la pata, pueda hablar de todo, todo el tiempo, sin reflexionar, a bote pronto. La ventaja que tiene la señora del segundo piso, es que nadie va a soltar la carcajada en sus narices. La desventaja es que sin darse ella cuenta, su palabra se desgastará hasta valer poco o nada. Y la palabra es una muy importante herramienta en ese oficio de la política.
Ayer mismo, sobre la decisión de EEUU de catalogar a los cárteles de la droga mexicanos como grupos terroristas, la hospedada en Palacio Nacional, dijo muy oronda: “(…) que no se use como pretexto la definición de un grupo de la delincuencia organizada como terrorista, para intervenir de alguna forma en México o tener mayor injerencia, eso no (…)”.
Pues claro que no y los EEUU no está preparando la invasión de México ni van a bombardearnos (no son tontitos). Tienen otros recursos, viera usted… muy eficaces.
Ahora que, si de repente cayeran misiles en la sierras del norte, ¿qué haría doña Sheinbaum?… ¿declararle la guerra a los EEUU?… ¿romper relaciones?… ¿denunciarlo ante… ante quién?… no haría nada aparte de hablar, hablar y hablar. Pero no se preocupe doña Claudia Escutia Ortiz de Domínguez: no sucederá.
Ahora que si el gobierno de los EEUU pusiera en su lista de delincuentes más buscados a reputados morenistas, gobernadores, militares, empresarios y a integrantes de su gabinete, la señora no tiene defensa. Y si los EEUU bloquean cuentas bancarias de esas muy gordas, la señora no tiene defensa. Ninguna. Y el descrédito sería mundial (ya es, porque eso que dijo el Trump de que tiene tanto miedo que no puede ni caminar ni pensar bien, ni gobernar, no es poca cosa… no es poca cosa).
Y hay que andarse con cuidado, el tío Sam no es de fiar y no es imposible que mueva sus enormes influencias para conseguir que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, incluya en su Lista Consolidada -que está retacada de terroristas-, a esos rumbosos cuatroteros que se sienten impunes y lo son, sí, en México, no ante los EEUU ni la ONU.
El primer paso está dado: denominar como organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos, para poder señalar a sus cómplices en el gobierno, como cómplices de terrorismo. ¡Jesucristo-aplaca-tu-ira!
Aparte hay otro recurso a la mano del tío Sam, solicitar a la Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal), que añada algunos selectos cuatroteros a su lista de criminales y los detenga en cualquiera de los 196 países en que tiene autoridad (más que los 193 miembros de la ONU), mediante una orden de detención internacional o incluyéndolos como “notificación roja” y los detenga provisionalmente en espera de su extradición o entrega, o una acción judicial similar. Es cosa seria la Interpol. Ya veríamos la cancelación masiva de compromisos de trabajo en el extranjero de algunos cuatroteros y similares.
De verdad es momento de que alguien cercano a doña Sheinbaum la invite a recapacitar en que el aparato completo de la Comunidad de Inteligencia de los EEUU (18 agencias), y los de seguridad, justicia y defensa, tienen como prioridad a los cárteles del crimen organizado, ya por encima del terrorismo islámico; hoy su asunto número uno son los narcos… y por buenas razones.
La señora del bastón de palo, insiste en pedir respeto, colaboración y cooperación. Muy bien. La Casa Blanca puede publicar sus listas de los más buscados entre los cuatroteros y pedirle lo mismo, respeto, colaboración, cooperación: ¿me hace usted favor de detenerlos de parte mía?… o… no, ni pensarlo.
La arenga patriótica no hace las veces de un amparo, no señora, usted arengue, retaque el Zócalo, vuelva a gritar que ¡es un honor estar con el abortador! (porque abortó nuestra núbil democracia, el gobierno y sus instituciones), nada más no espere un sitial en la historia y confíe en su buena fortuna con los EEUU.
Es de tal tamaño el desfiguro de este gobierno y es tan obvio su desatino que parecen tontos… no son tontos. Los que esperan que gobiernen, que busquen el bien común, que eviten el sufrimiento evitable, que limpien de corrupción institucionalizada a la estructura del gobierno, que restauren la seguridad pública y la salud, metan en varas a los facinerosos sindicatos de la educación, se equivocan: no es su proyecto. Su proyecto no es México.
El proyecto principal y si hace falta, único, es permanecer en el poder, conseguir triunfos electorales a cualquier precio y ratificar en las elecciones del 2030, su dominio del Poder Ejecutivo y el Legislativo. Fuera de eso, para ellos, todo es secundario. No solo nutre su ego, no, le es indispensable para asegurar su impunidad.
Y es por eso que sin medir consecuencias, el anterior y la actual Presidenta, hablan, hablan sin parar, sin medida ni clemencia, pues así aseguran lo que les es esencial: el monopolio de la mentira.
