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Ciudad de México.- En el Día Internacional contra la Corrupción, el INEGI señaló que en México, aun cuando se tienen mecanismos como es el caso del sistema nacional y local anticorrupción, así como programas a nivel estatal para combatirla, no se tiene un efecto en la vida cotidiana de la población, ya que 16% de los mexicanos justifica las prácticas de soborno, de acuerdo con AMITAI, firma de consultoría en ética empresarial.
El Gobierno habla de este tema como si solo se tratara de eficiencia en la administración y de capturar delincuentes, pero si esta situación no se ataca desde la ética, el cambio en los valores en el país y su formación en las personas, de poco servirán los demás esfuerzos para combatir la corrupción. Hay que hacer uso de nuestros valores para erradicar la creencia de que somos corruptos y debemos aceptar ese sistema, advirtió Fernando Senties, director de AMITAI.
Durante 2019, la percepción sobre la frecuencia de actos de corrupción en instituciones de gobierno se redujo, de acuerdo con cifras del INEGI, al pasar de 91.1% en 2017, a 87% en 2019. Empero, la tasa de prevalencia de corrupción se incrementó de 14,635 víctimas por cada 100,000 habitantes en 2017, a 15,732 en 2019; al igual que la tasa de incidencia, la cual pasó de 25,541 actos de corrupción por cada 100,000 habitantes en 2017 a 30,456 en 2019.
MÉXICO Y LATINOAMÉRICA
Los empleados en México y otros países de América Latina están dispuestos a cometer ciertos actos ilícitos bajo determinadas circunstancias. Según la Encuesta Tendencias de Honestidad, 14% de los trabajadores en México están dispuestos a robar y 50% indican no incurrir en ello por temor a ser descubiertos, no por ser un acto deshonesto
Los delitos en los lugares de trabajo están en un momento de racionalización, es decir, la persona justifica actuar así por una mala relación con los jefes, agregó Senties, también autor de La Ética en el Combate a la Corrupción.
