Las cirugías estéticas han tenido un crecimiento acelerado a lo largo del tiempo. Según los datos establecidos en 2017, por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés), los cinco países que concentran mayor tratamientos a nivel mundial son Estados Unidos, Brasil, Japón, México e Italia. Donde las mujeres lideran la demanda de tratamientos estéticos con un 86,4 % a nivel mundial.
Algunos de los tratamientos más populares son los implantes de silicona, liposucción, blefaroplastia, abdominoplastia y elevación de senos. Asimismo, los tratamientos sin intervención más solicitados son las inyecciones con botox, que se situaron en el primer puesto con 5,033 693 procedimientos. Además de otros tratamientos como la colocación de CO2 y el consumo de L-carnitina para lograr una reducción de grasa de forma rápida.
En 2017, los hombres representaron el 14,4 % de los pacientes cosméticos, con 3,183 351 tratamientos a nivel mundial. Los intervenciones más solicitadas son la blefaroplastia, ginecomastia, rinoplastia, liposucción y el implante capilar.
En México, de acuerdo a ISAPS, se realizaron 957 mil procedimientos. Es decir, 5 de cada 10 mexicanos se han realizado una cirugía estética, las cuales van desde rinoplastias, aumento de busto, modelado del cuerpo, y se consolida como una industria multimillonaria.
El doctor Antonio Fuente del Campo, académico de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), mencionó que estos procedimientos podrían ser peligrosos si se ejercen con médicos generales improvisados y otros profesionales sin especialidad.
Además, recomendó que quienes decidan someterse a una intervención estética deben buscar un cirujano plástico certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
De preferencia que forme parte de la Asociación Mexicana de cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Ahí se cuenta con un comité de ética que controla a los profesionales para que hagan bien su trabajo y se actualicen constantemente, recalcó. También detalló que estos profesionales deben estar muy bien preparados pues no se trata solo de cortar y separar, sino de dar forma; es como hacer una escultura, pero en un ser vivo.
Según especialistas certificados por el Consejo de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, además de las intervenciones más comunes como la rinoplastia y liposucción, existen otras que están llamando mucho la atención tales como: la Penoplastia y la Vaginoplastia.
La Penoplastia es un procedimiento que consta de alargar y engrosar el pene. Existen cirugías agregadas como el complemento de la Penoplastia que son el agrandamiento de glande que se realiza con rellenos denominados NEAUVIA, la liposucción de pubis, la liposucción general de muslos internos o el abdomen inferior.
Estos tratamientos se enfocan en el embellecimiento de genitales teniendo impacto sobre su estado físico y un estado erecto, la sensibilidad, la capacidad de erección, la capacidad de eyaculación, la fecundación y la firmeza. Generalmente, se utilizan para fines estéticos en pacientes de micropene y en pacientes con la enfermedad de Peyronie.
Por otro lado, la Vaginoplastia se realiza en mujeres que padecen un debilitamiento del soporte de los órganos pélvicos y un ensanchamiento de la vagina como producto de haber tenido varios embarazos y partos. Asimismo, la pérdida de firmeza del suelo pélvico también puede producir incontinencia urinaria, relaciones sexuales de baja intensidad o menor frecuencia de orgasmos.
En México, los costos van de 12 mil pesos a 200 mil depende qué tan completo sea el tratamiento. Generalmente es una intervención ambulatoria con una recuperación rápida y bajo grado de complicación. Las sesiones son tres de 30 minutos y con 30 días de separación cada uno, bajo anestesia local de cremas.
