El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, confirmó este miércoles que su país aceptará a migrantes de otras nacionalidades que sean deportados desde Estados Unidos, en un acuerdo que complementaría la cooperación existente con Washington.
“Hemos acordado aumentar en un 40% el número de vuelos de deportados tanto de nuestra nacionalidad como de los deportados de otras nacionalidades”, anunció Arévalo durante una conferencia de prensa conjunta con el secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio.
El acuerdo, catalogado por Arévalo como una variante del denominado “tercer país seguro”, establece que los migrantes deportados por Estados Unidos serán retornados, a costa de las autoridades estadunidenses, a sus países de origen.
Con ello, Guatemala reiteraría su disposición a recibir a ciudadanos de terceros estados mientras se gestiona su repatriación.La migración se ha convertido en un tema prioritario de la administración liderada por el presidente Donald Trump, y figura como el eje central de la gira de cinco países por América Central que Rubio lleva a cabo en su calidad de jefe de la diplomacia estadunidense.
A inicios de semana, desde El Salvador, Rubio anunció un acuerdo similar, aunque más amplio, con el gobierno de ese país. El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, señaló su apertura a aceptar deportados de “cualquier nacionalidad”, lo que incluiría incluso a ciudadanos o residentes legales de Estados Unidos que estén encarcelados por delitos violentos.
Durante este viaje, Rubio también ha enfrentado preguntas sobre la legalidad de la oferta de El Salvador y sobre los cambios abruptos que se están produciendo en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), cuyos empleados están siendo reubicados de manera repentina tras una orden de la administración de Trump.
Arévalo, considerado un líder progresista e hijo de un expresidente que impulsó la red de seguridad social en Guatemala, afirmó meses atrás que el acuerdo de “tercer país seguro” pactado por su predecesor con Trump era “absolutamente inadecuado”.
Sin embargo, subrayó entonces que un enfoque regional podría resultar más eficaz a la hora de afrontar la migración. Con el nuevo anuncio, Guatemala también se alinea con la política de colaborar en la recepción de vuelos de deportados, tanto civiles como militares.
Por: Excélsior