21 de diciembre de 2024

Friedrich Nietzsche

José Antonio Molina Farro

“El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”

F. N.

Falleció el 25 de agosto de 1900, hace 121 años. Sobre la vida y obra  de este genio universal se han llenado bibliotecas y  desatado las más profundas pasiones. “Soy lo bastante fuerte como para dividir en dos la historia de la humanidad”. En 2017 escribí sobre quien es considerado uno de los tres {maestros de la sospecha} junto con Karl Marx y Freud, según expresión de Paul Ricoer. Después de darle vueltas al asunto decidí retomar párrafos completos de lo escrito en ese entonces, reconociéndome un párvulo sin estatura intelectual para incursionar en la profundidad de su pensamiento. Sus pensamientos más notables tienen como base los prejuicios y valores morales, y es en ese campo donde se hace sentir su influencia más duradera.

A los ojos de Nietzsche la desgracia capital para un país no es el no poseer una civilización verdadera, única y sistematizada sino creerse civilizado cuando no lo está. En 1878 introduce el término  {filisteos  de la cultura}, que es quien toma sus conocimientos impersonales como civilización verdadera. El filisteísmo de la inteligencia como “el pantano donde todas las laxitudes se corrompen y  donde los vapores envenenados ahogan todas las energías”.

Para Nietzsche el común de los hombres no es más que un rodeo que hace la naturaleza para   crear   media docena de grandes hombres. {{La humanidad trabajará incesantemente para producir grandes almas que    individuos!Esto y nada más deberá ser su tarea}}. Su idea principal es que “es imposible una vida feliz, lo más alto a que el hombre puede llegar es a una vida heroica, una vida en la cual se lucha contra las más grandes dificultades. Esto solo es dable para los que parecen creados gracias a un salto de la naturaleza, a los que obran más bien por su persona que por su obra, a aquellos a través de los cuales se manifiesta el genio de la bondad. ¿Cómo adquiere su más alta importancia para la civilización la vida individual? El hecho de que sea vivida en provecho de los ejemplares más escasos y más preciosos de la humanidad. Quien es capaz de concentrarse y vivir enteramente en el instante no puede experimentar un sentimiento de felicidad, ni realizar actos susceptibles de hacer felices a los demás. El olvido o más exactamente la discontinuidad, sentir de una manera antihistórica, constituyen en cierto modo ese aire envolvente, ese ambiente nebuloso en el cual puede nacer la vida- La acción de la historia resulta desastrosa cuando se pone al servicio de almas improductivas”.

Nietzsche es un sacerdote de la civilización, un alma que, independiente ella misma, confiere independencia y fuerza libertaria a otros. Se osa pensar de cien modos diferentes, dice, “pero no se osa obrar más que de una sola manera, y es a esto a lo que se le llama civilización, cuando en realidad     forma, más que forma, léase mala forma, una especie de uniforme. Para él la magnitud de un progreso se mide por la importancia de los sacrificios que exige. Mantener vivos a millones de seres débiles e inútiles que hubieran debido morir, no es un progreso verdadero”. Al igual que Renán un progreso grande y verdadero sería educar a un género de hombres más fuertes que los que nos rodean –el superhombre- aun cuando para alcanzar tal fin hubiera necesidad de sacrificar a muchos hombres de los que conocemos. En Zaratustra, {{todas las cosas vuelven eternamente y nosotros con ellas, de tal manera que nosotros hemos existido ya un número infinito de veces y todas las cosas con nosotros}}. En el momento de su muerte Zaratustra dirá: {{He aquí que me hundo y que me muero; ahora soy nada porque el alma es mortal  como el cuerpo, pero el nudo de causas en el cual estoy encadenado me producirá eternamente de nuevo}}. El mayor peligro para el hombre reside en la piedad y la misericordia. Tiende hacia los hombres una tabla {{Así lo exige mi gran amor por los más alejados, no perdones a tu prójimo! El hombre es algo que debe sersuperado}}. No digas: yo hago a los demás lo que deseo que los otros me hagan a mí mismo. Lo que tu haces nadie podría volvértelo a hacer. No hay compensación.

{{Pronto se rendirá cuenta de la imposibilidad de contentarse con ideas para la media intelectual y la mediocridad; se comprenderá que el arte y la literatura exigen almas que, en originalidad, en independencia, en temeridad, en despotismo aristocrático estén a la altura de las personalidades originales del pensamiento contemporáneo}}. George Brandes. En lo personal no acabo de entender el desprecio de Nietzsche a la moral de la piedad y no siempre alcanzo a descubrirlo plenamente; no obstante ello, sus grandes ideas cautivan y atrapan en su laberinto ideológico y espiritual. Recuerdo en mis años mozos una frase que me horrorizó: ¡Que los débiles y los fracasados perezcan y ayudémosles a bien morir!

Trágica fue la vida de Nietzsche. Con pasión anheló el reconocimiento, pero cuando fue reconocido ¡qué cruel ironía del destino! Llegó la felicidad ansiada, pero el desgraciado no respondió, al encontrarse preso de sus alucinaciones. A pesar de que sobrevivió su tranquila locura durante once años, sus obras se abrieron camino en el mundo entero. Nietzsche se impuso a su tiempo por su  profundidad y complejidad sicológica. Su vida espiritual tiene hondos abismos y laberintos. Lo importante, como dijo el filósofo racionalista, George Brandes {{Nietzsche es una grande y extraordinaria  personalidad, y que al conocerlo uno se siente arrastrado y rechazado por él. Una figura que, en cada uno de nosotros plasma su única y propia personalidad}}.

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