29 de marzo de 2024

El chulo que castiga: La Feria

SR. LÓPEZ

¿Sí se acuerda da la tía Cuqui, verdad?… sí, esa buena señora de Toluca que todos queríamos mucho, lo que no quitaba su fama de no muy culta, más bien corta de luces… ¡esa! la que decía al regreso de un viaje a Europa, que los Dardanelos eran unos “muchachos muy simpáticos” y que armó un escándalo en un restaurante madrileño porque no sabían hacer huevos rancheros, ¡esa mera!

En su conferencia mañanera de antier (martes 25 de junio de 2019, muy presente tenga usted), se le preguntó a nuestro Presidente si México estaba haciendo el trabajo migratorio que corresponde a los EUA, deteniendo migrantes en las fronteras norte y sur. Por supuesto dijo que no, que se está haciendo nada más el registro legal de migrantes (que le avisen a Marcelotzin Ebrard, no vaya a estar pasándose de rosca); y aprovechó para insistir en que no se confrontará con el gobierno yanqui:

“Ya lo he dicho, podemos ganar, pero sería como el triunfo del general Pirri (sic). Sería una batalla que nos costaría muchísimo, por eso se habla de triunfo pírrico. No queremos la guerra, no queremos la confrontación, tenemos que actuar con mesura”.

… primero lo poco importante, el ‘lapsus linguae’ (se pronuncia: ‘lapsus língüe’)… porque a cualquiera nos pasa:

Pirri debe ser alguien que el señor Presidente conozca y se hizo bolas. El que existió (y por el que se habla de “victorias pírricas”), fue un señor oriundo de Epiro (vecino de Grecia en la actual región de los Balcanes), perteneciente a la casta de los ‘basileos’, quienes aparte de ser algo así como los caciques del lugar (su aristocracia), elegían al que gobernaba. A Pirro lo eligieron dos veces (de 307 a 302 a. C. y de 297 a 272 a. C.); el nombre significa Rubio. Era bravísimo y en el ejército epirota lo apodaban “Águila” (el bravísimo murió el año 272 a.C., en la ciudad de Argos, del Peloponeso, porque una anciana le aventó una teja, cayó desmayado y lo cosieron a puñaladas… bueno, pero era un águila).

Al caballero se le ocurrió en el año 280 a.C. invadir lo que hoy es Italia y buscarle bronca a Roma. Ganó la primera batalla en Heraclea, pero perdió tantos hombres que dicen que dijo (no hay registro ni video): “Otra victoria como esta, y tendré que regresar a Epiro solo”… pero no se sabe si lo dijo o nada más lo inventó alguien.

Después de esa victoria tan cara, Pirro creyó que Roma se rendiría, pero los romanos no eran de esos y le pintaron un violín. Volvieron a darse un agarrón el siguiente año (no había prisa), y en el 279 a.C. se trenzaron en la región de Apulia.

Volvió a ganar Pirro (y otra vez a tan alto costo que volvieron a decir que dijo algo parecido a lo de la primera vez: “Otra victoria como ésta y estaré vencido”). A principios del siguiente año, Pirro estableció una tregua con Roma (que resultó de una cosa que pinta de cuerpo entero a los romanos, al menos los de entonces, ahora quien sabe: resulta que uno de los médicos de Pirro -Nicias de mal recordado nombre-, fue a reunirse a escondidas con los cónsules romanos y les propuso envenenar a Pirro; los cónsules -Emilio y Fabricio-, cuenta Auleio Gelio en su obra ‘Noches áticas’, lo regresaron amarrado y con recado de que a los romanos no les gustaba ganar así sus guerras, que ahí se lo encargaban); Pirro muy agradecido se encargó del médico y se agarró de eso, de la decencia romana, para proponer la tregua (el que con leche se quema hasta a la crema le sopla… no, no lo dijo Pirro, ni Pirri). Usted, cuando lea que Pirro fue rey de Epiro, acuérdese de los ‘basileos’… no fue Rey, fue mandamás, a ratitos.

Eso era lo NO importante. Cualquiera tiene un ‘lapsus’ (?).

Lo importante es que de ninguna manera, podemos ganar una guerra contra los EUA, ni un enfrentamiento económico, financiero, tecnológico, comercial… en ningún terreno. Aunque lo haya dicho nuestro Presidente, no se entusiasme: nuestra posibilidad actual de ganarle un pleito al tío Sam es menor a la posibilidad de que un grillo toque el piano (mucho menor). Se agradece el fervor cívico del Titular del Poder Ejecutivo… pero no hay que moverle, así estamos mal, de otro modo estaríamos peor, mucho peor.

Tampoco se desanime: la batalla en un inevitable plazo, la tenemos ganada: todos los mexicanos ya asentados en territorio yanqui, cotidianamente realizan la esforzada y patriótica labor del intercambio lúdico de secreciones corporales, necesario para continuar reproduciéndose. Ya son el 16% de la población de ese país… y aunque tengan un hijo con la esposa sueca del patrón, nace chicano, guadalupano y celebra el 5 de mayo (la raza blanca, según los resultados de los estudios genéticos muy serios, realizados en los EUA, por órdenes de sus aterrados gobernantes, tiene ‘gen recesivo’… “sorry, mister”).

Otra cosa, antes de que se le pase al del teclado, texto servidor de usted. En la misma ‘mañanera’, nuestro Presidente aprovechó para aclarar paradas con los fifís, conservadores a los que nada acomoda, respecto de sus consultas a mano alzada: “Olvídense de la metodología, del rigor académico, de la estadística. Vayan a lo cualitativo”… ¡ok! Olvidado.

Luego nomás que le mande recado al Poder Legislativo para que anule y olvide  la Ley Federal de Consulta Popular (publicada en marzo de 2014, reformada en octubre de 2018, aquí nomasito). Eso, se anula y se olvida o se aplica y respeta. Y si la anulan y olvidan, si conforme a la admonición presidencial hacen de lado metodología, rigor académico y estadística, sería bueno -si para ello no tienen inconveniente-, que definieran jurídicamente la categoría de lo cualitativo, pues la palabrita es traicionera, al referirse a la cualidad, la calidad de algo (o la clase)… y eso depende en no pocos casos de apreciaciones personalísimas… para ni mencionar que hasta entre perros hay clases.

Y ya en estas: hay que ir pensando en modificar la fórmula que se jura al asumir la presidencia de cumplir y hacer cumplir las leyes… no sea usted aferrado, diría Pirri, que no es Pichi, el chulo que castiga.

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