Dos de cada tres de los cientos de haitianos deportados en los últimos días por Estados Unidos son mujeres o niños, incluidos varios recién nacidos que requieren asistencia inmediata, según alertó este jueves Unicef.
La agencia de la ONU para la infancia dijo además que los análisis iniciales llevados a cabo sugieren que muchos de los niños menores de 10 años nacieron fuera de Haití o vivieron la mayor parte de sus vidas en otro país.
Haití se está recuperando de la triple tragedia de los desastres naturales, de la violencia de las pandillas y de la pandemia de COVID-19. Cuando se devuelve a niños y familias sin la protección adecuada, se encuentran aún más vulnerables a la violencia, la pobreza y el desplazamiento, factores que los llevaron a migrar en primer lugar, señaló en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, la estadounidense Henrietta Fore.
Por otro lado, Unicef mostró su preocupación por la situación de muchas familias haitianas retenidas en la ciudad de Del Río (Texas), donde han llegado en los últimos días miles de migrantes que en su mayoría se concentran bajo un puente internacional que conecta EE.UU. y México.
Según la agencia de la ONU, se calcula que alrededor de un 40 por ciento de estos migrantes haitianos son niños, en base a estimaciones preliminares.
Viven en condiciones de hacinamiento e inadecuadas y necesitan apoyo humanitario básico, señaló en la nota Unicef, que dijo que está trabajando para ofrecer asistencia en la zona y ofrecer acceso a servicios elementales en Ciudad Acuña, en el lado mexicano de la frontera.
La agencia urgió a evitar el uso de la fuerza en las fronteras, a mantener a las familias juntas y a analizar adecuadamente las necesidades de protección de los migrantes antes de decidir sobre su repatriación, sobre todo en el caso de los menores, que nunca deben ser retornados a situaciones de riesgo.
El interés de los niños debe estar por encima de todas las demás consideraciones, insistió Fore.
Con información de EFE