En el contrainterrogatorio a Jesús El Rey Zambada, el testigo estrella de la Fiscalía de Estados Unidos, la defensa de Genaro García Luna buscó acorralarlo y evidenciar las imprecisiones en sus declaraciones acerca de los montos de los sobornos que presuntamente pagó el cártel de Sinaloa al exsecretario de Seguridad.
Ayer, en el primer día de su testimonio, El Rey Zambada aseguró que sí conocía a García Luna ya que en dos ocasiones le entregó personalmente el pago de dos sobornos por un monto total de 5 millones de dólares en un restaurante de la Ciudad de México.
Sin embargo, la defensa del exsecretario de Seguridad encabezada por el abogado Cesar de Castro dijo hoy que en reuniones con fiscales y en su testimonio en el juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán en 2018 había declarado otras cantidades como parte de su estrategia para tratar de demeritar su testimonio ante el jurado.
El hermano de Ismael El Mayo Zambada reconoció que pudo haberse confundido con las cantidades ya que le “daba mucho miedo hablar” de García Luna por “lo poderoso que es y uno piensa en su familia”.
A pregunta expresa sobre si tenía alguna evidencia de estos sobornos, El Rey Zambada reconoció que no tenía ni recibo, ni pagaré alguno con el cual demostrar el dinero que le fue entregado supuestamente al exfuncionario, por lo que sólo es su testimonio y aseguró que había dicho la verdad.
El Rey Zambada no sólo aseguró que le dio sobornos a García Luna, sino también a un presunto sobrino de él de nombre Víctor Hugo García para que el entonces comandante de la Policía Federal, Édgar Bayardo, un aliado e informante del cártel ingresara a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Siedo) para filtrarles información sobre operativos e investigaciones, así como de cargamentos detectaros por la DEA.
El hermano del Mayo Zambada también narró el esquema de corrupción en el gobierno que hizo posible que traficara cocaína a través del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cuyas maletas, dijo, traían logotipos oficiales y eran descargadas por agentes de la Policía Federal asignados a dicha terminal aérea.
Por: Excélsior