El gobierno italiano decretó hoy una jornada de luto nacional para mañana sábado en todo el país por las 268 víctimas mortales, según el balance más reciente hecho este viernes, del sismo ocurrido esta semana en el centro país.
En un comunicado difundido esta mañana, la fuente oficial precisó que con motivo de la jornada de luto nacional ondearán a media asta las banderas de los edificios públicos de todo el territorio italiano».
Durante la jornada de mañana se celebrarán además los primeros funerales de algunas de las víctimas del temblor de 6.2 grados Richter que se registró el pasado miércoles en el centro norte de Italia.
La ceremonia fúnebre tendrá lugar en la pequeña ciudad de Ascoli Piceno, centro, y al acto religioso asistirá el presidente italiano Sergio Mattarella y el primer ministro Matteo Renzi, reportaron medios locales.
El acto rendirá homenaje a 40 víctimas de las 49 registradas en los pueblos pertenecientes al municipio de Arquata del Tronto, centro, uno de los tres en los que fallecieron algunos de sus habitantes por el sismo, precisaron las fuentes.
Continúan búsquedas
Perros rastreadores y equipos de emergencias seguían registrando pilas de escombros en Amatrice, un pintoresco pueblo turístico que quedó destrozado por el terremoto del miércoles y donde se han recuperado 207 cuerpos hasta ahora.
En pueblos cercanos, como Pescara del Tronto, los rescatistas suspendieron su trabajo luego de hallar a todas las personas que estaban desaparecidas.
El Departamento de Protección Civil en Roma informó que cerca de 400 personas están siendo tratadas por lesiones en los hospitales, 40 de ellas en estado crítico. Unos 2 mil 500 pobladores quedaron sin hogar por el terremoto más letal en Italia desde 2009.
Los sobrevivientes debieron dormir por segunda noche en tiendas de campaña provistas por los servicios de emergencia cerca de sus comunidades arrasadas.
«Fue una noche difícil porque hay un cambio significativo en la temperatura aquí. Durante el día hace mucho calor y por la noche hace mucho frío», dijo Anna Maria Ciuccarelli, pobladora de Arquata del Tronto.
«Todavía hay réplicas precedidas por estruendos y, para aquellos de nosotros que sólo han pasado por un terremoto, tiene un gran efecto, sobre todo psicológico», agregó.
Más de 920 réplicas han sacudido la zona desde el terremoto de magnitud 6,2 del miércoles.
Primeros funerales
«Hemos retirado los últimos cuerpos de los que teníamos conocimiento», dijo Paolo Cortelli, miembro del servicio nacional de Rescate Alpino, quien ayudó a recuperar unos 30 cuerpos de Pescara del Tronto.
«No sabemos, y podríamos no saberlo nunca, si el número de desaparecidos que teníamos corresponde realmente con las personas que estaban efectivamente bajo los escombros», agregó.
Entre los extranjeros que murieron en el desastre había seis rumanos, una mujer española, un canadiense y un albano. La embajada británica en Roma se negó a comentar los reportes de que tres británicos, incluido un niño de 14 años, habían fallecido.
Las familias se preparaban para enterrar a sus muertos y los primeros funerales fueron fijados para el viernes en la mañana, entre ellos el de dos niños y sus abuelos que murieron en Pescara del Tronto.
El primer ministro, Matteo Renzi, declaró estado de emergencia en la región, permitiendo al Gobierno liberar 50 millones de euros (56 millones de dólares) para las tareas de auxilio. También prometió reconstruir las casas destruidas y dijo que reanudará los esfuerzos para reforzar las defensas italianas contra terremotos que sacuden regularmente al país.
«Queremos que esas comunidades tengan la posibilidad de un futuro y no sólo recuerdos», dijo el jueves a la prensa en Roma.
Amatrice no se puede salvar
El pueblo italiano de Amatrice, uno de los más devastados por el terremoto, no se puede salvar, dijo hoy su alcalde, Sergio Pirozzi.
«Amatrice tiene que ser demolido por completo», añadió Pirozzi, ya que en el centro histórico medieval no queda ni un sólo edificio intacto.
«Queremos reconstruir (la población) en el mismo lugar, quizás con la misma forma y con la misma estética», añadió el regidor.
Amatrice estaba considerado como uno de los «pueblos más bellos de Italia», una clasificación para la que hay que cumplir determinados criterios arquitectónicos y culturales. Sin embargo, quedó arrasado por el terremoto del miércoles, que se cobró más de 200 víctimas mortales en el lugar.
Por: La Jornada