28 de marzo de 2024

Cha, cha, cha…: La Feria

SR. LÓPEZ

Tía Carmita (Carmita le pusieron), dejó a su marido, sin previo aviso ni pleito mediante. Tío Estefan llegó a comer a su casa y la encontró vacía: sin esposa, sin hijos, sin muebles: ni el bote de la basura dejó tía Carmita. Tío Estefan la buscó con los papás de ella, con los abuelos, los tíos, los compadres y los amigos. Nadie sabía y los que sabían, callaron. Fue a la escuela de los niños: ni rastro. Se dio por vencido. Ya luego de unas semanas, ella lo llamó a su trabajo, le dio su dirección y le dijo que los sábados fuera a ver a los niños, pero que no pusiera un pie dentro de su casa. Ya viejita explicó: -No pasó nada, pero era muy mentiroso, siempre quería tener razón en todo, era inútil alegar con él… y me hartó -¡ah, bueno!

“No quiero polarizar más”, dijo antier nuestro Presidente en un evento que no vale la pena mencionar, insulso, leve, feble. Dejó de decir algo que tenía preparado en su discurso, algo que no necesitó decir, atribuyendo a alguien haber celebrado el asesinato de Gustavo A. Madero. No hacía falta decirlo, sabemos cómo piensa, sabemos cómo habla: los conservadores.

Pero sí dijo “no quiero polarizar más”, lo que tiene tres interpretaciones: 1. Que el ambiente social y político está polarizado por sí mismo; 2. Polarizado por acción de grupos organizados contrarios a su gobierno o, 3. Polarizado por su permanente discurso agresivo contra fifís, conservadores, neoliberales, empresarios saqueadores, proveedores y distribuidores de medicamentos, funcionarios de alto nivel, prensa extranjera cómplice por mudez, la prensa nacional cómplice por chayotera, las madres ladronas que lucraban con las guarderías, los padres de niños con cáncer manipulados por una ‘intereses’.

Sume a los anteriores latigueados en el discurso presidencial a la banca voraz, los calderonistas, las calificadoras, los organismos internacionales de finanzas, las mujeres que pintan muros y puertas en protesta por los feminicidios, los reporteros preguntones, los campesinos que exigen su semilla, los inversionistas del aeropuerto de Texcoco,  las ONG’s, órganos autónomos, Inegi, los economistas del mundo, los opositores al trenecito Maya, a la refinería de Dos Bocas, a la comunicación por el Istmo, y más, muchos más. Será por eso que se polarizó el país… puede ser, ya ve que luego la gente es muy delicada.

“No quiero polarizar más”, bien vistas las cosas es confesión de parte. Se le salió. No se dio cuenta. Y aunque los adagios y dichos no sean palabra de Dios, a veces aplican. El de ‘a confesión de parte, relevo de prueba’ le viene como anillo al dedo, se echó de cabeza. Sabe que polariza. Le gusta polarizar. Es ave de tormentas.

Como siempre: la izquierda en cuanto se hace del poder, se queda sin lo que le es esencial: enemigos.

También no ayuda mucho que todo le celebran sus seguidores y todo le critican sus opositores. Ya se odian entre sí y ni sabían que eran enemigos. Ahora el país está dividido entre ‘pueblo bueno’ y los demás, ¿quiénes?, pues esos, los ‘otros’, los que sean si no aplauden al transformador patrio, que pregonó que esto, su gobierno, era una ‘revolución pacífica’, al tiempo que en la memoria colectiva se acumulan temas:

Del ‘al diablo las instituciones’, al ‘fuchi caca’. De la ‘amnistía’ a políticos corruptos al ‘perdón’ a delincuentes. Del ‘abrazos no balazos’ a la ‘Constitución Moral’. De exigir renuncias de presidentes por lo poco que crecía el PIB, a negar el valor del PIB como indicador económico y pedir respeto a los delincuentes… que también son personas. De la ‘república amorosa’ a la ‘mano negra’. Del ‘si por mí fuera, yo desaparecería al Ejército’ y ofrecer machaconamente que en seis meses regresaba al ejército a los cuarteles, a afirmar que es necesario y era irracional que las fuerzas armadas no participaran en la lucha contra la delincuencia. De la Policía Federal civil a la Guardia Nacional militarizada.

De las puertas abiertas a los migrantes, al muro de carne en la frontera sur. De ‘lo que diga mi dedito’ a las ‘consultas populares’ ilegales. De la ‘transparencia y desaparición de la corrupción’ a las asignaciones directas de compras y contratos de más del 70% del presupuesto en su primer año de gobierno. Del bloqueo de Reforma a pedir que no pinten la puerta de Palacio las que protestan por los asesinatos mujeres. De negarse a hablar del infanticidio a hablar de ‘golpismo’. Sí, luego hay gente que se distrae, pierde el hilo y no entiende. Hay que estar atentos, no sea maje.

Nosotros los del peladaje estándar, tenochcas simplex, no debemos perder la fe: el Presidente sabe qué hay en el fondo de la cazuela, por eso se reúne en Palacio con la CNTE de todos tan temida y no recibe a los LeBaron y Javier Sicilia, pues no les va ‘a hacer el caldo gordo’ (¿caldo gordo?… les asesinaron y quemaron a Dawna de 43 años; Rhonita de 30 años; Christina de 29; Howard de 12; Krystal de 10; Trevor de 11; Rogan de 2 años; Titus de 8 meses; Tiana de 8 meses; y antes, en 2009, les secuestraron tres y les mataron dos… ¡caldo gordo!), ventajosos estos LeBaron y el tal Sicilia, que, nuestro Presidente sabe, en realidad lo que quieren es sacar raja. Sin duda.

Seamos responsables no andemos con malos pensamientos, mal interpretando las cosas. Nuestro Presidente sabe lo que hace, por eso abomina a la mafia del poder y les da amnistía; detesta al sindicalismo charro y se presenta con Pedro Haces, dueño y señor (secretario General) de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), y desde antes lo recibe en Palacio (19 de noviembre pasado), al Haces, con su pasado priista (hoy Senador suplente por Morena), el contratista de Duarte el de Veracruz, ese Haces de largo historial por aclarar (por ejemplo, por mencionar algo: la acusación CRV/114/98-03 y el expediente 21043/D/98 de la entonces PGR)… hoy, ‘soldado del Presidente’, prospecto de nueva CTM morena.

¡Vacilón, qué rico vacilón!… ¡los morenos llegaron ya! y llegaron bailando cha, cha, cha…

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