Sólo la justicia del derecho da legitimidad al derecho
Kelsen
José Antonio Molina Farro
El Pleno del Tribunal Electoral del Estado de Chiapas confirmó la validez de las elecciones, y la entrega de constancias de mayoría en Tuxtla Gutiérrez y cinco municipios más. Carlos Morales aceptó el resolutivo con humildad y satisfacción, y reconoció la imparcialidad y el profesionalismo del tribunal electoral. El reconocimiento es merecido, en una época marcada por ausencia del derecho y el deterioro de la confianza en la justicia. La solución de los problemas políticos de México pasa necesariamente por un régimen de legalidad que haga desaparecer el abuso, la imposición y la arbitrariedad. El triunfo electoral del Maestro en Administración Pública, refrendado de manera contundente en las urnas, se reafirmó, jure et de jure, en tribunales. Lo que debiera consolar a los candidatos derrotados es no tener que cumplir las promesas que hicieron, y aceptar la derrota con altura de miras. Desprenderse de intereses legítimos en su momento y de la envidia, ese gusano repugnante que consume nuestras mejores energías y nos muestra el espejo del voraz ego que quiere todo para sí. Lo dijo Nietzsche, Mientras más te eleves más pequeño parecerás a los ojos de la envidia. Y nadie tan odiado como el que vuela. Como una maldición genética todo poder, por legítimo que sea, encierra una suerte de agravio para los demás; no perdonan al triunfador, y lo hacen víctima de blanco de sus rencores y frustraciones. En la entrevista al diario Ultimátum habló con propiedad y elocuencia, sus frases daban en el blanco con seguridad y una penetrante agudeza. No rehuyó ningún tema. Se aleja de triunfalismos y reconoce lo mucho que falta por hacer en un municipio históricamente rezagado y que ha sido un recinto de rapacidad en anteriores administraciones. Inició con una frase contundente, El 2024 está en la mente de muchos políticos Tenemos que construir un mejor presente, trabajar para el aquí y el ahora, y proyectar con bases sólidas un futuro mejor para todos. Habló con claridad de lo que verdaderamente importa, temas que ocupan y preocupan a los tuxtlecos, el plan de contenerización, vialidades, sustentabilidad, seguridad, agua potable, deporte, participación ciudadana, las normas que establecen cómo manejar un relleno sanitario y el nuestro tiene una de las mejores calificaciones .Estamos dispuestos y puestos para que se revise, e hizo una invitación a los medios para visitar sus instalaciones y corroboren de primera mano las condiciones en las que trabaja. Transparencia, más allá de calumnias y bajezas. Sabe de lo que habla, fue Secretario de Medio Ambiente. Esfuerzo, propósito, honestidad y proyecto se conjugan para servir a Tuxtla. Incluyó un concepto: legitimidad. Una vez que las autoridades legitiman, toca el turno al gobernante. Y sí, Carlos con su vastísima experiencia sabe bien que la legitimidad se expresa en dos vías, la que se obtiene en las urnas por el voto ciudadano y aquélla que se fortalece o debilita en el ejercicio de gobierno. La historia de México abunda en ejemplos de candidatos que levantaron grandes expectativas y fueron favorecidos abrumadoramente por el voto popular, y ya en el ejercicio de gobierno se revelan con un rostro diferente y ganan merecidamente el repudio público. No es el caso Carlos Morales, quien demuestra una vez más, tener la confianza de la ciudadanía. El refrendo del voto popular es la mejor prueba de cómo ha gestionado la administración municipal. Las políticas públicas de un hombre de irreductibles principios morales y fuerza de carácter, con un ejemplar equipo de gobierno, han tenido un profundo impacto positivo en la capital de Chiapas.