Decenas de civiles murieron la semana anterior durante bombardeos en la región rebelde de Tigré, en el norte de Etiopía, el peor balance registrado desde octubre, anunció el jueves la agencia de cuestiones humanitarias de Naciones Unidas.
Ataques aéreos efectuados entre el 19 y el 24 de diciembre «provocaron pérdidas civiles masivas, con decenas de personas que habrían sido matadas, lo que supone la serie de ataques aéreos más intensa y las pérdidas más importantes señaladas desde octubre», declaró la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Los bombardeos afectaron la capital regional Mekele y las ciudades de Alamata, Korem, Maychew, Mekoni y Milazat, señaló OCHA, sin detallar el origen de esta información.
Debido al acceso limitado y la inseguridad en la región, los socios humanitarios no han podido todavía verificar el número exacto de víctimas», añadió la agencia.
OCHA denuncia la situación «tensa e imprevisible» en el norte de Etiopía y la dificultad para suministrar ayuda de primera necesidad a las personas afectadas por el conflicto iniciado en noviembre de 2020.
Ningún camión de ayuda humanitaria entró en Tigré desde el 14 de diciembre» y desde el 12 de julio se ha entregado «menos del 12% de la ayuda necesaria» para la población, indicó.
El conflicto ha causado miles de muertos, ha desplazado a más de dos millones de personas y ha situado a nueve millones en riesgo de hambruna, según la ONU.
Después de 13 meses de violencia, en los que ambos bandos fueron acusados de atrocidades, la semana pasada los rebeldes de Tigré anunciaron su repliegue hacia su región y el gobierno dijo después que no ordenaría nuevos avances a sus tropas, lo que abre una posible ventana para la negociación.
Por: Excélsior
