Ataques aéreos destruyeron un hospital y causaron la muerte de decenas de personas en áreas bajo control rebelde de la ciudad de Alepo, incluyendo a niños y médicos, por lo que Naciones Unidas instó a Rusia y Estados Unidos a salvar una tregua «apenas viva» en Siria.
Alepo es el epicentro de un aumento militar que afectó las conversaciones de paz en Ginebra para poner fin a una guerra de cinco años con más de 250 mil muertos. El enviado de la ONU Staffan de Mistura pidió a los presidentes de Rusia y Estados Unidos que intervengan.
El deterioro catastrófico en Alepo en las últimas 24-48 horas» ha puesto en peligro la entrega de ayuda a millones de sirios, dijo Jan Egeland, presidente del grupo de ayuda humanitaria de la ONU para Siria. «No puedo expresar cuánto está en juego en las próximas horas y días», agregó.
Una fuente militar siria dijo que los aviones del Gobierno no habían estado en áreas donde se informó de ataques aéreos. El Ejército negó los reportes de que la fuerza aérea había atacado el hospital. Representantes del Ministerio de Defensa ruso, cuyos cazas han inclinado la guerra a favor del presidente Bashar al Assad, no pudieron ser ubicados de inmediato.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos dijo que 31 personas murieron el jueves como resultado de ataques aéreos en varias partes de Alepo bajo control de la oposición. Además, al menos 27 personas fallecieron en el bombardeo al hospital ocurrido a última hora del miércoles. Trabajadores de rescate dijeron que el número era mayor.
En áreas controladas por el gobierno, disparos de morteros de los rebeldes causaron la muerte de al menos 14 personas, dijeron el Observatorio, con sede en Gran Bretaña, y la agencia de noticias estatal siria SANA.
El hospital al-Quds que fue bombardeado contaba con el apoyo de la organización benéfica Médicos Sin Fronteras (MSF), que dijo que el centro de salud fue destruido por un ataque aéreo directo que provocó la muerte de al menos tres médicos.
Este devastador ataque destruyó un hospital vital en Alepo y el principal centro pediátrico en el área», dijo Muskilda Zancada, jefa de misión de MSF en Siria. «¿Dónde está la indignación entre aquellos con el poder y la obligación de detener esta matanza?», agregó.
Por: Excélsior