Sr. López
La frase favorita de tío Celso -de los de Toluca-, era “en esta casa mando yo”. Y sí, ¡vaya que mandaba!, tía Rita y sus tres hijos vivían oprimidos por él que además era arbitrario y muy injusto. Tal vez por eso era que la familia disfrutaba tanto cuando tía Rita contaba y contaba, que le dijo eso a unos señores que fueron a verlo (“en esta casa mando yo”), y le contestaron: -Será en otra, esta queda embargada -y les tiraron todo a la calle, que fue cuando la tía y su prole, se fueron a casa de tía Rosita -la que murió de 117 de edad-, y jamás volvieron con el señor que mandaba en su casa. ¡Hay un Dios!
Usted está al tanto de que una de las frases favoritas de la Presidenta, es que somos “un país, libre independiente y soberano”. A la mejor quiere pasar a la historia como “La niña heroína”… o “Sierva de la Nación”, por qué no.
Acaba de recetarle su patriótico lema al todavía embajador de los EEUU en México, el tal Ken Salazar, por haberse atrevido a declarar este miércoles, que la seguridad pública en México está de dar grima.
Y brincó nuestra paladina (así se dice, no se tome tan literal el diccionario), o para no enredarnos con las palabras, nuestra campeona, nuestra valedora, y dijo que el Ken es un incongruente que sobre la reforma al Poder Judicial, “en una ocasión dijo que le parecía bien, una semana después dijo que iba a ser muy malo para México (…) ¿cuál declaración escuchamos? la de ayer o la de hace unos meses? (…) tiene que haber consecuencia, lógica, en las declaraciones que hace uno”.
Muy cierto. Don Salazar pasó de favorito de Palacio a embajador en pausa y se le desató la lengua (o será que tal vez, pudiera ser, reciba órdenes del Departamento de Estado, donde está su jefe, allá en Washington… averígüelo Vargas, diría doña Isabel).
La Presidenta siguió con su galana declaración patriótica: agregó que en materia de seguridad no hay falta de cooperación con el gobierno de los EEUU: “(…) hay coordinación y va a seguir habiendo coordinación (…) pero no subordinación, eso no. México es un país, libre, independiente y soberano, es una relación de iguales”. Aplausos…
Lo somos, claro, somos un país y somos libres, independientes y soberanos, claro… ¿pero iguales?… ¿de veras?… semejante aserto es de dar risa que pasa a llanto con diarrea, a la vista de los que el gañán Trump está nombrando en su equipo de gobierno.
Por ejemplo, un Mike Waltz, que será asesor de Seguridad Nacional en la Casa Blanca, antiguo Boina Verde que ha combatido en Afganistán, África y Medio Oriente (condecorado con cuatro Estrellas de Bronce), del que dicen los que lo conocen que sabe “apagar incendios con la calma que dan las trincheras y los años de combate”; el mismo que como miembro en la Cámara de Representantes (diputados), en enero del año pasado propuso mandar tropas yanquis a México a combatir el crimen organizado. Es un tipo duro, sí, pero no ha escuchado las palabras que salen de Palacio Nacional. Ya sentirá el rigor.
O Kristi Noem, que como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, tendrá a sus órdenes el sistema de Protección Fronteriza; el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas; la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias; y el Servicio Secreto. Y la damita ha dicho que ella es “capaz que de realizar algunos de los trabajos más espantosos de la vida cuando es necesario”. ¡Rápido!, que se entere que somos iguales y soberanos, que se eduque.
También está en este equipo de duros uno más duro, el Tom Homan, del que ya hemos comentado que como “zar de la frontera” se encargará de las deportaciones masivas y es un firme defensor de la idea de enviar tropas de EEUU a México, previa declaración de que nuestras bandas del crimen organizado son terroristas. Va a ser lindo verlo tragarse sus palabras cuando le cuenten de doña Sheinbaum. Ya lo verá… seguro.
Hay varios más de este estilo tan suavecito, pero la guinda del pastel es el nombramiento de Marco Rubio como secretario de Estado (canciller, pues), que es lo que antes era conocido como un salvaje. Este señor Rubio es el que en la convención republicana, dijo que los cárteles de la droga son “una amenaza a la soberanía de México. Una amenaza al Estado y también está amenazando acá (allá) al pueblo». ¿Ya se acordó de él?, sí, es el que afirma que el antecesor de doña Sheinbaum (el residente en Palenque), entregó México a los cárteles de la droga… ¡se exigen pruebas, caramba! (nota del editor: los EEUU no necesitan pruebas para hacer lo que les pega la gana).
Y tenga presente que don Rubio está muy en desacuerdo con la reforma al Poder Judicial “y otras” que según él “violan los términos del Acuerdo Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá” (sí lo violan, flagrantemente). Pero don Marquito no sabe que somos un país, libre, independiente y soberano; y que en lo del T-MEC los tenemos agarrados… sí, claro.
Los chorros de babas no son recomendables para combatir incendios. El discurso valentón de nuestros funcionarios se agota en cuanto les leen la cartilla allá en Washington y el Trump lo sabe, ya lo ha hecho. Con ponerse serios y mantener cerrada la boca cuando menos nos ahorrarían las vergüenzas. Ya ni modo.
Por cierto, criticar la falta de coherencia del Ken Salazar, no se puede usar como argumento porque es arriesgarse a que nos recuerde el embajador, las no pocas incoherencias de este régimen, una por ejemplo la declaración del mentor de doña Sheinbaum (el 19 febrero de 2013), de que era “perverso utilizar a los militares para hacer frente al problema de inseguridad (…)”. Entre otras.
Pero el imperio trabaja a su modo y siempre para su interés. Ayer la poderosísima calificadora Moody’s, bajó la calidad crediticia de México a “negativa”, por la formulación de políticas y un entorno institucional que corre el riesgo de socavar los resultados fiscales y económicos.
Eso tiene consecuencias, sí, y apenas están empezando a apretar tuercas. En nuestra casa mandamos nosotros pero, lástima, vivimos de prestado.