Provenientes de Israel, ayer llegaron a México familiares de personas asesinadas o que permanecen secuestradas por el grupo terrorista Hamás, durante la incursión violenta en comunidades y sitios de celebración el pasado 7 de octubre.
La delegación solicitará al gobierno y sociedad de México solidaridad y que se sumen a la exigencia de liberación inmediata de los rehenes.
El grupo está integrado por Ricardo Grichener, cuyo sobrino, Omer Wenkert, permanece secuestrado en Gaza luego de que asistiera al Festival de Música Nova; Natalia Casarotti, madre de Késhet, asesinado en el mismo evento. y Jaim Gritzewsky y Miriam Camhi, hermano y madre de la mexicana, Ilana Gritzewsky, que fue secuestrada en su hogar en el Kibutz Nir Oz, junto con su novio Matán, entre otros.
Las familias se reunirán con el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, monseñor Salvador González Morales, con legisladores de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, así como funcionarios de la Cancillería.
De acuerdo con la embajada de Israel en nuestro país, previo a su llegada Natalia Casarotti, madre de Késhet expresó: “Perdí a lo más grande de mi vida, perdí a mi hijo, un símbolo de unión entre corazones.
» Vengo a dejar claro que atrocidades como las ocurridas el 7 de octubre no pueden repetirse. Israel debe proteger a sus ciudadanos.”En tanto, Diego Engelbert, con cuatro familiares secuestrados en Gaza, incluyendo dos niñas, Mika, de 18 años, y Yuval, de 11, dijo:
“Vengo a México para exigir el retorno de todos los secuestrados a sus familias, ahora y sin negociaciones. También quiero enviar un mensaje a la Cruz Roja: deben ocuparse de los secuestrados israelíes”.
Miriam Camhi, madre de la mexicana Ilana Gritzewsky, secuestrada en Gaza, expresó: “37 días de haber empezado este mal sueño, tengo dos sentimientos, el primero que es que desde el día uno siento que es la angustia y la impotencia, pero después de unos días apareció mi segundo sentimiento y es esperanza y mucho amor por toda la gente que ha estado con nosotros.
Lo único que no puedo aceptar es que la foto de Ilana sea una foto más de un episodio trágico de la humanidad y quede ahí, como una estadística. Eso no lo puedo ni lo vamos a permitir”.
Jaim Gritzewsky, hermano de Ilana, dijo:“Mi cabeza y mi corazón sólo trabajan para manejar el dolor y seguir teniendo la esperanza de que mi hermana va a regresar”, a más de un mes del secuestro.Y añadió: “A pesar de que mi ser entero no deja de pensar en ella, soy consciente que, como nosotros, hay muchas más familias que están sufriendo exactamente el mismo dolor, e incluso a veces mayor, pues a ellos les arrancaron a más de una persona y a otros los masacraron”.
Por: Excélsior
