El uso excesivo de la tecnología puede generar muchos problemas en la vida de los niños como: depresión, trastornos del sueño, aislamiento social, falta de actividad física y obesidad, entre otros, alertó la senadora Nuvia Mayorga Delgado.
Ante esta situación, la legisladora del PRI promueve una iniciativa para promover acciones y campañas de información para las personas o instituciones que ejerzan la patria potestad, tutela, guarda y custodia de niñas, niños y adolescentes, sobre las consecuencias en la salud ante el uso desmedido de aparatos digitales durante la primera infancia.
El proyecto, que adiciona una fracción XIX al artículo 50 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, fue publicado en la Gaceta del 28 de abril y turnado a las comisiones de Derechos de la Niñez y de la Adolescencia, y de Estudios Legislativos.
Mayorga Delgado destacó que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, de los cero hasta los ocho años es el período más intenso de desarrollo cerebral de todo el ciclo de vida, y por tanto la etapa más crítica del desarrollo humano.
Explicó que la adicción a los teléfonos inteligentes es llamada “nomofobia”, que es el miedo a quedarse sin el dispositivo, padecimiento que puede ser difícil de superar en una era en la que el uso de Internet se ha vuelto omnipresente.
La legisladora agregó que algunos expertos están convencidos de que el uso de estos dispositivos puede volverse una adicción, que con el tiempo provoca depresión, ansiedad y actitudes agresivas.
“Cuando se utilizan pantallas en exceso se encuentran déficits en el desarrollo motor, desarrollo del lenguaje y aspectos conductuales, emocionales, sociales y académicos”.
Abundó que, de acuerdo con el INEGI, en 2018, 65.8 por ciento de la población mexicana de seis años en adelante es usuaria de Internet. De éstos, siete millones 494 mil 996 tenían entre seis y 11 años.
“Otro informe de la misma naturaleza, pero el primero de su tipo producido en México, concluye que los mexicanos han adoptado rápidamente la tecnología móvil y, por extensión, la tecnología social.
Actualmente, 72 por ciento de la población de 16 y más años utiliza teléfono móvil”.
En este sentido, consideró que proporcionar información sobre los efectos del uso de teléfonos inteligentes, visibilizar las ventajas y desventajas de tener un teléfono a una edad temprana, podría advertir a los padres de los trastornos que los niños que usen estos dispositivos de manera prolongada y desmedida puedan desarrollar a corto y largo plazo.