En nuestro país, 80 por ciento del territorio es apto para cultivar cáñamo de cannabis para uso industrial, y cada hectárea sembrada podría producir una ganancia de 17 mil pesos aproximadamente, señaló la senadora Eva Eugenia Galaz Caletti.
La propuesta enviada a las comisiones unidas de Salud y de Estudios Legislativos Segunda, tiene el objetivo de que el cáñamo sea procesado de manera apropiada, para ofrecer beneficios en el corto y mediano plazo.
Con estas reformas a la Ley General de Salud, se sugiere que la planta del cannabis sólo sea considerada como estupefaciente cuando su contenido de THC rebase el 0.1 por ciento, pues el cáñamo industrial contiene un porcentaje menor.
Por ello, Galaz Caletti plantea un cambio en las dosis máximas de consumo personal e inmediato, para que sólo se considere como narcótico cuando contenga más de 0.1 por ciento de THC.
Toda vez que dejaría de ser considerada como una sustancia ilegal, se propone una reforma en materia penal, para precisar que su siembra, cultivo o cosecha no sería punible cuando las plantas contengan menos de 0.1 por ciento de THC.
En materia agraria, propuso adicionar la facultad de certificar que las semillas de cannabis para uso industrial, contengan menos de 0.1% de THC, con el fin de garantizar que no se utilicen semillas con mayor contenido.
A nivel industrial, destacó la senadora, el cáñamo ofrece beneficios que van desde la creación de empleos hasta el desarrollo económico.
Además, se puede utilizar para fabricar tejidos de calidad y resulta como una alternativa sostenible a la industria de la construcción. Subrayó que como cultivo, el cáñamo es perfectamente sostenible; además, absorbe el CO2 y ha demostrado ser eficaz como un remedio a la deforestación, e incluso algunas de sus funciones ambientales incluyen la mejoría en la estructura del suelo y sustituye productos de madera.