La tormenta invernal que azotó a Estados Unidos en Navidad dejó 47 muertos hasta el momento, 25 de ellos en el oeste de Nueva York, la zona más afectada que ha quedado enterrada bajo metros de nieve y ha estado experimentando temperaturas gélidas desde la semana pasada.
El número de muertos en el condado de Erie el domingo por la noche ya era de 13, pero desde entonces los servicios locales han confirmado la muerte de 12 personas más, «lo que eleva el total de muertes por la ventisca a 25», informó Mark Poloncarz, responsable de este condado durante una conferencia este lunes 26 de diciembre.
Algunas personas han sido encontradas muertas en sus autos, y otras han muerto de un paro cardíaco al tratar de limpiar la nieve mientras las temperaturas aún son bajas, dijo.
«Tus venas se contraen, lo que dificulta que llegue la sangre al corazón», explicó, calificando la situación de «horrible».
El total de muertes confirmadas por las autoridades en nueve estados de Estados Unidos ahora es de al menos 47 muertos.
En Ohio, los accidentes de tráfico relacionados con este mal tiempo acabaron con la vida de nueve personas, confirmó a la AFP la Patrulla de Caminos del estado de Ohio.
El condado de Erie, fronterizo con Canadá y al que pertenece Buffalo, la segunda ciudad del estado de Nueva York, se ha convertido en el epicentro de la crisis.
Buffalo todavía estaba este lunes en buena parte bloqueada debido a la gran cantidad de nevadas, incluida nuevamente la de la noche del domingo. Y el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) pronosticó hasta 35 centímetros más de nieve para este lunes.
Esta es «probablemente la peor tormenta en nuestra vida y en la historia de la ciudad», dijo Poloncarz, señalando que el número de muertos en Erie seguramente supere al de la borrasca de Buffalo de 1977, cuando murieron casi 30 personas.
Ante los pronósticos de más nieve, y dado que la mayor parte de Buffalo está «intransitable», Poloncarz advirtió a los residentes que permanecieran en sus casas o en refugios.
«Esto no terminó todavía», subrayó.
Miembros de la Guardia Nacional y otros socorristas ya rescataron a cientos de personas de autos cubiertos de nieve y casas sin electricidad, pero las autoridades señalaron que sigue habiendo gente atrapada.
«Es desgarrador recibir llamadas de familias con niños que dicen que están congelados», dijo a CNN el sheriff del condado de Erie, John García.La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, oriunda de Buffalo, recorrió la ciudad el domingo, cuando dijo que vio acumulaciones de nieve de 2,4 metros de alto.
«Es (como) ir a una zona de guerra», afirmó. «Esta es una guerra con la madre naturaleza».
Por: Excélsior