En la inauguración del foro Gestación subrogada. Vientres de alquiler, las otras voces, el vicepresidente de la Mesa Directiva, José Narro Céspedes, reconoció que actualmente no existe un marco internacional específico que permita abordar conceptos jurídicos básicos acerca de esta práctica.
Durante su participación, destacó que se debe establecer una diferencia entre la gestación subrogada y los vientres de alquiler, pero antes de pensar en regular se deben conocer a fondo las circunstancias que rodean los fenómenos, porque no se puede reglamentar con eficacia algo que no se conoce bien.
Narro Céspedes puntualizó que en la sociedad actual todo se ha convertido en mercancía, donde cada espacio físico, bajo las leyes del mercado, de la oferta y demanda, puede ser vendido o alquilado, como el vientre de una mujer para la concepción de un nuevo ser.
Hoy, dijo, es fácil encontrar en redes sociales mujeres, de entre 20 y 30 años, que ofrecen su vientre con precios que pueden ir desde los 100 mil hasta los 500 mil pesos.
No obstante, al término de la gestación, las mujeres llegan a presentar un duro golpe psicológico ante el apego formado durante los nueve meses de embarazo, que puede provocarles depresión al ser despojadas del ser que trajeron al mundo y ante la situación económica que presentan.
El senador de Morena expresó que las personas siempre están a la venta, en un mercado que desaparece la dignidad para perpetuar un sistema altamente desigual, que funciona para favorecer a quien es capaz de pagar; esto, dijo, es la base del sistema que rige a la civilización occidental.
Recordó que desde 2018, la Relatora Especial de las Naciones Unidas llamó la atención para que las instituciones nacionales de derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil, transmitan la preocupación por las potenciales adopciones ilegales y los acuerdos comerciales de maternidad subrogada internacional, pues no se debe legitimar la venta de niñas y niños a través de esta figura.